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Aprend­­a a ser su mejor defensor de salud

8 min read  |  marzo 11, 2022  | 
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Cuando alguien se despierta con un dolor, una molestia u otro síntoma preocupante repentino, puede dirigirse directamente a Internet para autodiagnosticarse o determinar si es grave. ¡No lo haga! Puede que la información que encuentre sea aterradora, inexacta e impertinente. Sin embargo, hay una forma mejor de informarse sobre sus problemas de salud, obtener respuestas confiables y recibir la atención médica que necesita.

“Internet hace que los pacientes sientan que tienen alguna forma de encontrar información con rapidez sin tener que esperar a que un médico u otro proveedor les devuelva la llamada”, afirma Jessica MacIntyre, ARNP, NP-C, AOCNP, enfermera practicante y Directora Ejecutiva de Operaciones Clínicas en el Sylvester Comprehensive Cancer Center.

“Mucha de la información que existe puede estar basada en experiencias personales, como blogs y foros en línea, que pueden ser similares pero no exactamente pertinentes a lo que usted siente en referencia a los síntomas”.

Los anuncios de productos y servicios pueden presentarse como consejos médicos, pero no lo son.

Si tiene un médico de atención primaria, puede ser su primer recurso para resolver sus dudas y, si es necesario, emitir una derivación a un especialista. Como muchos proveedores ofrecen ahora telemedicina, es posible que su médico o su enfermero puedan responder sus preguntas por teléfono o videochat sin necesidad de acudir al consultorio. Algunos planes de seguro médico también ofrecen la telemedicina como beneficio.

Además, “muchos sistemas de salud tienen consejeros de pacientes que pueden brindarle orientación para entender el tipo de especialista médico al que necesita acudir”, afirma MacIntyre. “No obstante, nunca está de más llamar al sistema de salud o al consultorio del médico para preguntar: ‘¿Se supone que debo acudir a este tipo de especialista?’”.

Si busca respuestas en Internet, confíe solo en fuentes oficiales.

Entre ellas se encuentran la Sociedad Estadounidense del Cáncer, la Asociación Estadounidense del Corazón, la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales, la Asociación Nacional de Accidentes Cerebrovasculares y otras organizaciones médicas de prestigio nacional e internacional que ofrecen contenidos revisados por expertos y basados en la investigación para informar al público. En estos sitios web, también se pueden ofrecer listas de proveedores de atención médica y especialistas de confianza.

Los grupos de defensa del paciente y la familia también pueden ayudar a responder sus preguntas.

“Colaboramos con grupos de defensa como la Sociedad Estadounidense del Cáncer y la Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma, que ofrecen un gran apoyo a los pacientes que buscan respuestas a sus preguntas”, afirma. Con los grupos de defensa, también puede encontrar servicios psicosociales o resolver necesidades prácticas, como acudir a sus citas médicas.

Prepárese para su próxima consulta médica.

¿Qué le preocupa? Anote los problemas de salud más acuciantes y otras preocupaciones y preguntas. Lo más útil es mencionar estas cuestiones al enfermero de ingreso antes de ver al médico y, luego, explicárselas con más detalle al médico.

Ponga en orden la historia clínica. Antes de la cita, envíe al consultorio del médico toda la historia clínica, incluidos los análisis de sangre recientes, las exploraciones de imagen y los resultados de laboratorio. Es posible que tenga que firmar formularios de autorización de historia clínica. Es más valioso y eficaz disponer de esta información durante la consulta en lugar de enviársela al médico días después. Si lo hace, es posible que no deba volver a realizarse análisis innecesarios.

¿Necesita adaptaciones especiales? Si necesita asistencia especial durante la consulta, llame al consultorio del médico con antelación para hablar de sus necesidades. Esto es importante si va a llegar en silla de ruedas o con muletas, o si va a necesitar un intérprete o traductor para comunicarse con el personal.

Lleve a una persona allegada. Si acude a la cita con un familiar o una persona allegada de confianza, puede servir de ayuda para recordar lo que habló con el médico. Esto reviste especial importancia si no puede oír ni ver bien. En algunas circunstancias, este acompañante también puede desempeñarse como defensor y hablar con su equipo de atención médica en su nombre.

Conozca los medicamentos que toma. Lleve un registro de los medicamentos recetados, los medicamentos de venta libre y los suplementos vitamínicos que toma (con las dosis y la frecuencia con que los toma). Anote con detalles esa información en un papel o en su teléfono, o tome fotos de los frascos de medicamentos y vitaminas. También puede ser esencial anotar a qué hora del día los toma (por ejemplo, con la comida o antes de acostarse).

Lleve un registro de sus valores y anótelos. Si tiene diabetes o prediabetes, ¿cuál es su valor de A1C? Si tiene hipertensión, conozca los valores típicos de presión arterial. ¿Su peso ha variado sin motivo? Si intentó reducir el colesterol, ¿cuáles fueron los resultados de la última vez que se lo revisaron?

Si es mujer, ¿cuándo menstruó por última vez? Prepárese para facilitarle al enfermero la fecha de la última vez que menstruó o de inicio de la menopausia. A todas las pacientes se les puede preguntar si han estado embarazadas.

Conozca sus antecedentes familiares. Conozca los antecedentes médicos de su familia y lleve a la cita toda la historia clínica pertinente. Algunas afecciones son genéticas, por lo que es útil que su equipo de atención médica conozca las enfermedades, afecciones o cánceres pertinentes para los que puede ser necesario realizar pruebas de detección.

No se mienta ni le mienta a su equipo de atención médica.

No se avergüence. Demasiados pacientes omiten información, restan importancia a la gravedad de sus síntomas y tergiversan sus opciones de estilo de vida cuando hablan con los enfermeros y los médicos porque no se sienten cómodos. Diga la verdad si su proveedor de atención médica le pregunta sobre sus conductas de fumar, beber, alimentarse, hacer ejercicio o tener relaciones sexuales. Su equipo de atención médica debe contar con un panorama general. Con esta información, podrán determinar el diagnóstico correcto, recetar los medicamentos adecuados, recomendar cambios de estilo de vida adecuados y establecer objetivos realistas de salud para usted.

Los enfermeros y los médicos son sus aliados. Si es víctima de maltrato o teme por su seguridad en su hogar, una forma segura y adecuada de buscar ayuda es hablar de la situación con sus proveedores de atención médica.

No ignore los factores emocionales y de estilo de vida. Puede suponer que su salud mental y su vida cotidiana no tienen relación con el motivo por el que acude al médico. Sin embargo, si saca a la luz estos asuntos, los proveedores de atención médica podrán detectar un problema en sus primeras etapas y elaborar planes de tratamiento más adecuados para obtener mejores resultados.

  • ¿Qué tal ha dormido?
  • Últimamente, ¿ha sentido más depresión o ansiedad? ¿Tiene mucho estrés estos días?
  • ¿Ha modificado su alimentación o ha dejado de ir al gimnasio desde que comenzó la pandemia?
  • ¿Bebe más?
  • ¿Ha notado algún cambio en la orina o en las heces?

Aunque su médico no haga estas preguntas, es útil ofrecer la información.

No dude en hacer preguntas. Lo más eficaz es hacer preguntas médicas de seguimiento al médico antes de que concluya el examen. Si espera para preguntarle al enfermero que se encarga de su alta, es posible que no sepa la respuesta y deba buscar al médico para plantearle la pregunta que usted le hizo. Debe salir de una cita o de una visita a la sala de emergencias entendiendo lo que el médico le recomienda y por qué cree que es el mejor tratamiento para usted. Preguntar qué se puede esperar en cuanto a los efectos secundarios y el resultado previsto es un excelente punto de partida. El médico puede considerar los medicamentos como primera línea de tratamiento. No obstante, es útil preguntar si hay enfoques no farmacéuticos que también pueda implementar para mejorar su afección.

No se conforme. Si no se siente cómodo a la hora de hacerle preguntas a su médico, o si este hace caso omiso de sus preocupaciones, resta importancia a su dolor o no lo escucha, es hora de buscar un nuevo proveedor de atención médica. “Busque otro especialista o proveedor de atención primaria en quien confíe que responda todas sus preguntas”, afirma MacIntyre. “Tiene que sentirse cómodo con las decisiones que afectan su salud y bienestar general”.


Dana Kantrowitz es colaboradora de UMiami Health News.


Tags: defensa de la salud, defensor del paciente, Jessica MacIntyre

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