Cómo abordar la escasez de fórmula láctea para bebés
Es difícil encender un medio de comunicación sin oír o ver noticias sobre la escasez de fórmula láctea para bebés.
Durante la pandemia, hubo escasez de suministros para la fabricación de fórmula láctea para bebés. Sin embargo, desde mediados de febrero, se ha producido una retirada de productos del principal proveedor de fórmula láctea de los EE. UU., lo que dificulta aún más la búsqueda de los padres.
La empresa Abbott controlaba el 43 % del mercado de fórmulas lácteas y el 60 % de los productos especializados, entre los que se encontraban productos para salvar la vida destinados a bebés, niños y adultos con afecciones gastrointestinales y metabólicas. Si añadimos la falta de productos alternativos, la ya limitada producción de materias primas, los disturbios políticos y la retirada de productos del mercado, nos encontramos con un estado actual de hasta el 50 % de falta de fórmulas lácteas en la tienda de comestibles.
Todo esto es muy estresante para los padres. Es comprensible que quiera soluciones para que su hijo satisfaga las necesidades nutricionales básicas de forma segura.
En primer lugar, no utilice las recetas que circulan por Internet. Estas recetas caseras no son seguras ni estériles para el débil sistema inmunitario de un bebé. Además, pueden provocar graves consecuencias que requieren hospitalización. En su lugar, siga esta guía para que las familias puedan abordar la escasez de fórmulas lácteas en función de sus necesidades.
Las fórmulas lácteas son confusas.
Hay varias marcas de fórmulas lácteas, y dentro de cada marca, una serie de opciones. Si elige una fórmula pura para su bebé de seis meses o menos, considere utilizar una alternativa similar de otra marca. Las marcas que más se comercializan en la actualidad son las que no forman parte de su formulario local del programa para Mujeres, Niños y Bebes (Women, Infants and Children, WIC). Entre ellas se encuentran las fórmulas Gerber, cualquier fórmula orgánica, la mayoría de las fórmulas listas para la alimentación y las fórmulas de marca genérica.
Si tiene que cambiar de fórmula, considere la posibilidad de aumentar los biberones de la nueva fórmula poco a poco durante varios días, si es posible. De este modo, su bebé podrá tolerar mejor el cambio de fórmula. Aunque las fórmulas están hechas con el mismo propósito y satisfacen las necesidades nutricionales de los bebés en crecimiento, los ingredientes pueden ser diferentes. Si su bebé solo ha recibido estos ingredientes durante lo que va de su vida, es probable que se produzca un cambio en los sonidos y características intestinales si recibe dosis elevadas. Por lo general, el estómago necesitará hasta dos semanas para adaptarse.
Si su bebé tiene más de seis meses y consume sólidos, intente alimentarlo de forma habitual con fuentes de hierro y zinc.
Algunos pediatras recomiendan que la leche de vaca puede ser adecuada para un bebé de más de seis meses en circunstancias de emergencia a corto plazo. Hay que tener en cuenta que la leche de vaca puede ser peligrosa para el bebé porque el riñón en desarrollo procesará altos niveles de proteínas y lo pondrá en riesgo de sufrir varias deficiencias nutricionales, ya que no es una bebida bien nutritiva. Las leches vegetales son aún menos adecuadas, ya que suelen ser menos densas desde el punto de vista nutricional y no están enriquecidas.
Consulte con su pediatra (o un dietista pediátrico) sobre la sustitución adecuada de la fórmula láctea.
Algunos bebés necesitan una fórmula láctea hipoalergénica debido a alergias o intolerancias. Estas fórmulas tienen varios sustitutos, pueden obtenerse sin receta médica y, en su mayoría, tienen cobertura del programa WIC.
Hay algunos nombres conocidos en la tienda, como los siguientes:
- Nutramigen (viene en un biberón listo para alimentar)
- Gerber Extensive HA
- Pregestimil
- Fórmula láctea hipoalergénica en las principales tiendas de comestibles y farmacias (en general, en latas/tapas de color naranja/marrón)
Si su bebé de nueve meses toma la fórmula láctea hipoalergénica y no encuentra ninguna alternativa en las tiendas, hable con el médico sobre el uso de la fórmula láctea para niños pequeños Nutramigen, que solo está aprobada a partir de los nueve meses.
Las fórmulas elementales o metabólicas especiales no se pueden adquirir sin receta. Además, solo se pueden obtener mediante el programa WIC o de una empresa de equipos médicos duraderos (EMD).
Comuníquese deprisa con el consultorio de gastroenterología pediátrica si no puede conseguir una fórmula láctea suficiente mediante su proveedor.
El médico le recetará una fórmula alternativa similar. Si necesita cambiar la fórmula, compruebe las instrucciones de mezcla, ya que los tamaños de las cucharadas son relativamente diferentes según el fabricante.
Aunque esta incertidumbre asusta a muchos padres, tenga la seguridad de que sus especialistas pediátricos en gastroenterología y nutrición se esfuerzan por garantizar que su bebé y su hijo mantengan sus necesidades de crecimiento y desarrollo.
Siempre hable con el pediatra, gastroenterólogo pediátrico o dietista/nutricionista pediátrico antes de cambiar la alimentación con fórmula láctea de su bebé.
Si su bebé tiene una emergencia médica, llame al 911 o acuda a la sala de emergencias (Emergency Room, ER) pediátricas más cercana.
Escrito por Christy Gardner, MS, RD, LD/N, Dietista Clínica del University of Miami Health System.