Cómo superar el aislamiento y otras causas de estrés
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La crisis del coronavirus nos ha puesto a todos en alerta máxima. Además de preocuparnos de que nos vayamos a enfermar o que nuestros seres queridos lo padezcan, hemos tenido que hacer frente a nuevas normas de seguridad, a nuestras libertades restringidas y a una creciente sensación de aislamiento.
Estos desasosiegos son especialmente profundos para los ancianos porque corren un riesgo mucho mayor ante el virus.
Escucho las personas preguntar cómo pueden darles apoyo a sus familiares y amigos de la tercera edad durante esta época. Una persona describió cómo cuida a su madre de 90 años en casa. La señora mayor está saludable, pero recientemente se ha sentido muy emocional por cosas menores, como cuando la hija trata de ayudarla con las comidas o el baño, tareas que hacía aún antes de la pandemia. La hija está luchando con esta gran inquietud:
¿Cómo puedo ayudar a mi madre para que pueda volver a ser una mujer fuerte y feliz, como era antes de la pandemia del coronavirus?
Soy un psiquiatra infantil por capacitación, pero puedo decirle que hay muchas similitudes entre la psiquiatría geriátrica y la psiquiatría infantil. Para esta cuidadora, la primera tarea es asegurarse de que su madre no haya estado expuesta al COVID-19 y que no tenga el virus. En los ancianos, el virus puede presentarse de diferentes maneras, además de la conocida dificultad para respirar, fiebre y tos.
En segundo lugar, como aconsejaría a los padres de los niños, es importante proporcionar una comprensión básica de lo que está sucediendo en este momento, pero no sobrecargue a las personas vulnerables con demasiada información. Dedique tiempo para conversar el tema de una manera directa y reflexiva. Responda preguntas, pero no los abrume con exceso de información que no han pedido. Esto es importante si se trata de una persona mayor o un niño.
Además, puede ser que su madre se sienta aislada del resto de su familia y amistades, y que esté excluida de las visitas por minimizar su riesgo de exposición. En esta situación, animo a los cuidadores a que ayuden a la persona mayor a mantenerse en contacto con los demás. Eso es muy importante, para los ancianos y para los niños.
Y es especialmente importante si los padres en la tercera edad viven en un centro de atención para personas mayores y no pueden visitarlos en persona. Si ese es el caso, mantenga las líneas de comunicación abiertas y consistentes. Programe una llamada por FaceTime o Zoom o una llamada telefónica de forma regular. A los ancianos les encanta recibir correos. Una tarjeta o una nota breve los hace sentir conectados con el mundo exterior. Si tiene un hijo en casa, pídale que haga un dibujo para incluir con su nota. Si la instalación le permite hablar con su ser querido a través de una ventana, aprovéchelo. Compruebe el estado de salud emocional y físico de su familiar hablando con el personal de la instalación regularmente.
¿Hacen frente al aislamiento los hombres y las mujeres de manera diferente?
Depende del individuo. Las mujeres muchas veces disfrutan de lazos muy fuertes con sus círculos de amigas. Algunos hombres, por otro lado, muchas veces cuentan con sus cónyuges, pero no tienen una red tan grande. Es importante reconocer que hay diferencias en la forma en que las personas responden al aislamiento y en aceptar a las personas en donde están.
Desde el punto de vista de la salud, sabemos que COVID-19 afecta a los hombres más que a las mujeres. No se sabe si eso se debe a una respuesta del sistema inmunológico u otra cosa, pero puede tener un impacto en cómo las personas lidian con los aspectos emocionales de COVID-19. Los hombres pueden pensar: «¿Debería preocuparme por contraer este virus mucho más que mi esposa tiene que hacerlo?»
Las personas mayores deben ser muy cuidadosos de no exponerse al virus. Esto requiere más autoaislamiento y una interrupción de su rutina. Sin embargo, ellos también tienen el beneficio de la sabiduría o lo que algunas personas llaman la visión a largo plazo. Han vivido otros tiempos difíciles y pueden tener la perspectiva de decir: «Esto también pasará». Mientras tanto, tenga en cuenta que, al igual que el resto de nosotros o tal vez aún más, requieren más apoyo y comprensión.