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Enfermedad de Parkinson: dónde comienza y por qué esto es importante

6 min read  |  noviembre 12, 2020  | 
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Por lo general, se considera que la enfermedad de Parkinson es una afección con muchos síntomas. Pero un nuevo estudio concluye que, en realidad, se trata de dos enfermedades, una teoría que, básicamente, podría alterar el tratamiento de la enfermedad neurodegenerativa progresiva.

Los investigadores, que publicaron sus hallazgos en la revista de neurología Brain, utilizaron técnicas avanzadas de exploración para mostrar que el Parkinson se puede dividir en dos “variantes” dependiendo de dónde comenzó la enfermedad: si en el cerebro o en el intestino.

Sin embargo, algunos neurólogos están adoptando una postura más conservadora: esperar y ver qué pasa. Después de todo, la enfermedad de Parkinson ha confundido a médicos y científicos durante décadas, y aún se desconocen muchos aspectos, como el motivo por el cual los síntomas pueden variar tanto de un paciente a otro.


“Cada vez que se realiza un estudio, desprendemos otra capa y aprendemos algo nuevo.
Logramos una nueva y mejor comprensión”.

– Dr. Carlos Singer

“Los hallazgos son interesantes, pero no necesariamente significa que esté de acuerdo con la conclusión”, dice Carlos Singer, MD, neurólogo de University of Miami Health System. “En este momento, se trata de una teoría, no un consenso”.

No obstante, el Dr. Singer acoge cualquier estudio que sume datos al creciente conjunto de información sobre la enfermedad de Parkinson. “¿Quién sabe? Podría tratarse de una gran cantidad de enfermedades diferentes y estamos empezando a descubrirlas”, añade.

Se estima que se ha diagnosticado enfermedad de Parkinson a 10 millones de personas en todo el mundo, casi un millón solo en los Estados Unidos, según indica la fundación Parkinson’s Foundation. Es una cifra mayor que el número combinado de personas con diagnóstico de esclerosis múltiple, distrofia muscular y enfermedad de Lou Gehrig (o esclerosis lateral amiotrófica). El Parkinson es la segunda afección neurodegenerativa más común después del Alzheimer.

Aproximadamente 60,000 estadounidenses reciben un diagnóstico de enfermedad de Parkinson cada año.

Es probable que ese número aumente en los próximos años a medida que la población envejezca. (La edad es el factor de riesgo número uno de esta afección cerebral). Para 2050, se estima que 16 millones de personas vivirán con la enfermedad.

“Ciertamente, resulta apremiante saber más sobre el Parkinson porque las cifras en realidad parecen estar aumentando más allá de lo que se esperaría para el envejecimiento de la población”, advierte el Dr. Singer.

Se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, y no existe cura.

Si bien se han desarrollado varios tratamientos a lo largo de los años, su efectividad varía de un paciente a otro porque la enfermedad se presenta de manera muy diferente. Por ejemplo, un paciente puede tener problemas con la marcha, pero presentar pocos temblores o rigidez. Otro puede sufrir principalmente de temblores.

El Dr. Singer, que es el director fundador del Centro de Excelencia de University of Miami Health System, dice que los pacientes comparten dos rasgos independientemente de los síntomas físicos: todos tienen niveles bajos de dopamina (una sustancia química que transmite mensajes por el cerebro) y todos tienen un área del cerebro alterada, llamada sustancia negra, donde se produce la dopamina y donde grupos de una proteína, la sinucleína, actúan como una toxina que daña las células nerviosas).

Si la enfermedad comienza en los intestinos, se propaga desde allí al cerebro a través de conexiones neuronales, según el estudio de la revista Brain. Si comienza en el cerebro, se disemina a los intestinos y otros órganos, incluido el corazón.

¿Cuál es la conexión con las bacterias intestinales?

El Dr. Singer dice que la conexión entre el intestino y el cerebro ha sido una teoría en la investigación del Parkinson, así como en otras enfermedades, durante un tiempo. (La esclerosis múltiple, la enfermedad inflamatoria intestinal y la enfermedad de Alzheimer se han relacionado con las bacterias intestinales).

“Las bacterias intestinales en los pacientes con Parkinson son diferentes, y todos nos hemos preguntado ‘¿Qué significa esto?’. Pero todo se reduce al dilema del huevo y la gallina”, dice. “¿El cambio en las bacterias ocurre como resultado del Parkinson, o este cambio en el intestino es lo que produce la enfermedad?”.

En el nuevo estudio de la revista Brain, los investigadores utilizaron técnicas avanzadas de diagnóstico por imágenes, tomografías por emisión de positrones y resonancias magnéticas, para examinar a personas con enfermedad de Parkinson, lo que les permitió ver que el sistema de dopamina de algunos pacientes estaba dañado en el cerebro antes que en los intestinos. Otros pacientes mostraron lo opuesto: presentaban daños en el sistema nervioso de los intestinos antes que daños en el sistema de dopamina del cerebro. Clasificar la afección como de origen cerebral o de origen intestinal podría ayudar en el desarrollo de un tratamiento personalizado y dirigido, aunque el Dr. Singer advierte que aún no estamos próximos a ello.

Actualmente, los neurólogos tienen lo que el Dr. Singer llama un tratamiento de “talla única”: ejercicios para retrasar la progresión de la enfermedad y una serie de medicamentos que ayudan con los síntomas y el suministro de dopamina en el cerebro. A veces, la cirugía también es una opción.

El Dr. Singer dice que el Parkinson es un enigma, pero sigue siendo optimista de que el descubrimiento constante del qué, el cómo y el porqué de la afección eventualmente conducirá a una solución.

“Cada vez que hacemos un estudio”, explica, “desprendemos otra capa y aprendemos algo nuevo. Logramos una nueva y mejor comprensión”.


Ana Veciana-Suarez, columnista invitada

Ana Veciana author

Ana es una colaboradora habitual de University of Miami Health System. Es una autora y periodista reconocida que trabajó en The Miami Herald, The Miami News y The Palm Beach Post. Visite su sitio web en anavecianasuarez.com o sígala en Twitter a través de @AnaVeciana.


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