Guía para una Alimentación Saludable contra el Cáncer del Colon

El cáncer colorrectal ocupa el cuarto  lugar entre los cánceres más diagnosticados en los EE. UU. y ha ganado atención considerable recientemente, especialmente por el alarmante aumento  de casos entre adultos jóvenes. Este fenómeno se atribuye en parte a los cambios en nuestros hábitos alimenticios y niveles de actividad física. A lo largo de los años, se ha demostrado de manera contundente la estrecha relación entre la dieta y este tipo de cáncer, haciendo de la prevención a través de una alimentación saludable un aspecto crucial en la lucha contra esta enfermedad.

Un Estudio Sugiere Que Nuestras Elecciones Alimenticias Pueden Contribuir Al 80% De Los Casos De Cáncer Colorrectal.

“El colon, a diferencia de otros órganos donde se puede desarrollar cáncer, está estrechamente relacionado con nuestro microbioma y con el proceso de llevarse alimentos a nuestra boca”, explica Maria Abreu, M.D., investigadora del Sylvester Comprehensive Cancer Center, parte de University of Miami Miller School of Medicine. La Dra. Abreu es gastroenteróloga de University of Miami Health System y Directora del centro Crohn’s and Colitis Center.

Es lógico que si nuestros cuerpos no reciben los nutrientes adecuados, nos va a pasar factura más adelante.

Maria Abreu, M.D.

Una mala alimentación también puede provocar al aumento de peso y la obesidad. El exceso de peso corporal, especialmente alrededor de la cintura, se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal. Por lo tanto, para Tracy Crane, Ph.D., RDN, Co-directora del Programa de Control del Cáncer de Sylvester y Directora de Medicina del Estilo de Vida, Prevención y Salud Digital, no es sorprendente que el aumento de la obesidad esté correlacionado con un incremento en los casos de cáncer colorrectal entre personas menores de 50 años.

«Con los cambios en nuestras dietas y en nuestros patrones de ejercicio, vemos cómo se manifiestan estos factores en forma de cáncer. Explica Dr. Crane. Ahora estamos rodeados de alimentos precocinados que son fáciles de preparar pero que, al final, no son saludables para nosotros.'»

La buena noticia es que el cáncer colorrectal es altamente tratable, y todos podemos elegir una alimentación adecuada— un ‘ factor de riesgo modificable’, como lo llaman los investigadores.

“Tal vez no podamos cambiar ciertos factores de riesgo, como la genética, pero sí podemos controlar la alimentación”, afirma Luis C. Garces, M.S., RDN/LD, nutricionista especializado en oncología de Sylvester.

Recomendaciones para una Alimentación Saludable:

• Introduzca cambios graduales en su dieta. Por ejemplo, reduzca el consumo de carne a dos días por semana en lugar de cinco. O sustituya un bocadillo azucarado por una mandarina. «“Es difícil cambiar toda la alimentación de una persona de una vez”, dice la Dra. Abreu” pero se puede lograr poco a poco. Con el tiempo, estos hábitos se acumulan».
• Opte por una dieta anti-inflamatoria. Incluya alimentos como frutas y verduras, cereales integrales, legumbres y frijoles, pescado, aceite de oliva, lácteos bajos en grasas, y frutos secos y semillas. Una dieta antiinflamatoria más conocidas es la mediterránea, que se ha demostrado que protege contra la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares

“Piense en el panorama general”, sugiere Federika Garcia M.S., RDN, LDN, CNSC, Gerente de la Clínica de Nutrición en Sylvester. “Más que un alimento milagroso o una buena comida, lo que marca la diferencia es la calidad de la alimentación a lo largo del tiempo»

• Sea paciente. “Cada día es un nuevo día”, dice la Dra. Crane. “Empiece de nuevo si no le fue tan bien ayer. ¡No se rinda! Nunca es demasiado tarde”.
• Evite los alimentos ultra procesados: Estos productos contienen aditivos como azúcares, sales, aceites hidrogenados y conservantes químicos para prolongar su vida útil. Ejemplos comunes son las comidas congeladas, sopas envasadas, refrescos, patatas fritas y cereales azucarados.
• Consuma suficiente fibra: Las mujeres deben apuntar a al menos 25 gramos diarios, mientras que los hombres a 30 gramos. Puede monitorizar su consumo leyendo las etiquetas de los alimentos o eligiendo opciones naturales ricas en fibra como bayas, manzanas, legumbres, verduras crucíferas, y nueces y semillas de aguacate. La fibra ayuda a prevenir el estreñimiento y promueve la salud intestinal.
• Planifique sus compras y comidas: Prepare almuerzos para llevar al trabajo, evite omitir comidas y llene su cocina con frutas y verduras frescas. Según la nutricionista Garces, cocinar guarniciones al inicio de la semana y combinarlas con proteínas facilita la preparación de comidas balanceadas. Un menú semanal puede ser una herramienta muy útil.
• Varíe sus frutas y verduras: “Coma un arcoíris de colores”, recomienda la Dra. Abreu. “De esa manera, obtendrá diferentes nutrientes de cada planta de diferente color”.
• Modere el consumo de alcohol: Las bebidas alcohólicas pueden irritar el colon, aumentando el riesgo de cáncer colorrectal. La Dra. Crane sugiere limitar el consumo a un trago al día para las mujeres y hasta dos para los hombres, prefiriendo consumirlo ocasionalmente y con moderación.
• Reduzca el consumo de carne roja y embutidos procesados: Estos alimentos están asociados con un mayor riesgo de cáncer de colon debido a sus compuestos específicos. Es preferible optar por alternativas más saludables.
• Incorpore alimentos ricos en calcio: El yogur griego natural, recomendado por la nutricionista García, no solo es una excelente fuente de calcio sino también de probióticos naturales, ideal para comidas o refrigerios.

Recetas repletas de nutrientes anticancerígenos:

Tostadas con aguacate (1 ración) (desayuno)

2 tostadas integrales
1/2 aguacate Haas
2 cucharaditas de aceite de oliva
Una pizca de hojuelas de pimiento rojo triturado
1 onza de queso feta

Indicaciones: Tueste el pan hasta que esté dorado y crujiente. Luego aplaste el aguacate sobre las tostadas con un tenedor y extiéndelo uniformemente. Coloque trocitos de queso feta sobre las tostadas. Rocíe un poco de aceite de oliva sobre el aguacate y el queso feta. Finalmente, agregue pimiento rojo triturado al gusto.

Ensalada de atún (4 porciones) (almuerzo)

Una lata de 6 onzas de atún envasado en aceite
2 huevos duros
¼ taza de cebolla picada
2 cucharadas de salsa de pepinillos dulces
¼ taza de mayonesa (o más, si se desea)

Indicaciones: Lave la tapa de la lata de atún. Abre la lata y escurra el aceite. Mezcle el atún con los huevos, la cebolla, la salsa de pepinillos y la mayonesa. Refrigere la ensalada hasta que vaya a servir.

Calabaza rellena de arroz y ricota (4 porciones) (cena)

4 calabacines redondos pequeños o medianos
2 cucharadas (24 ml) de aceite de oliva (cantidad dividida)
½ cebolla picada
⅓ taza de tomates triturados
2 cucharadas de albahaca fresca picada
2 tazas de arroz integral de grano corto, cocido
1 taza de queso ricota semidescremado
½ cucharadita de sal
½ cucharadita de pimienta molida
2 cucharadas de pan rallado
2 cucharadas de nueces picadas

Indicaciones: Llene un recipiente grande con agua fría y cubos de hielo. Corte cada calabaza por la mitad a lo largo. Hierva agua en una olla grande. Coloque las mitades de calabaza en el agua hirviendo y cocine hasta que estén ligeramente tiernas, unos 5 minutos. Luego, sumérjalas en el agua helada para enfriarlas rápidamente. Retírelas y séquelas con cuidado. Con una cuchara, retire las semillas y la pulpa de cada mitad de calabaza, dejando una cavidad de aproximadamente ¼ de pulgada de espesor. Reserve las mitades vacías.

Precaliente el horno a 375 °F (190 °C) y unte ligeramente una bandeja para hornear con una cucharada de aceite de oliva. En una sartén grande a fuego medio-alto, caliente otra cucharada de aceite. Agregue la cebolla y sofría hasta que esté dorada, aproximadamente 3 minutos. Añada los tomates, la pulpa de calabaza y las semillas reservadas, junto con la albahaca. Cocine a fuego alto, removiendo frecuentemente hasta que se reduzca el líquido, unos 3 minutos más. Retire del fuego, incorpore el arroz y la ricota, mezcle bien y sazone con sal y pimienta al gusto.

Coloque las mitades de calabaza en la bandeja para hornear preparada. Rellene cada mitad con la mezcla preparada, distribuyéndola uniformemente. En un tazón pequeño, combine el pan rallado y las nueces, luego espolvoree esta mezcla sobre las calabazas rellenas.  Hornee en el horno precalentado hasta que el pan rallado esté dorado y crujiente, aproximadamente 20 minutos. Sirva las calabazas rellenas calientes o tibias.

Ana Veciana-Suarez es colaboradora habitual de University of Miami Health System. Es autora y periodista reconocida que trabajó en The Miami Herald, The Miami News y The Palm Beach Post. Visite su sitio web en anavecianasuarez.com o sígala en Twitter: @AnaVeciana.

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