La peor pesadilla de un padre: Un hijo con diagnóstico de cáncer

Sophia, la hija de 15 años de Boriana y Ty Treadwell, nunca se quejó de dolor sin razón. Cuando les dijo que le dolía el brazo, supieron que algo andaba mal. Todavía recuerdan ese momento en mayo de 2019 cuando supieron que el dolor de su brazo era causado por leucemia, un diagnóstico que ningún padre espera que reciba su hijo. “Me paralicé, no reaccionaba”, relata Ty.

“Sentí como si el suelo en el que estaba de pie se abriera y caía través de él. No podía creer que esta fuera mi realidad y no una pesadilla”. 

– Boriana Treadwell

Sabían que enfrentarían decisiones difíciles e incertidumbre, incluida la posibilidad de perder a su única hija.

Encontrar tranquilidad en la atención de expertos

El primer paso fue reunirse con el oncólogo de Sophia, Julio C. Barredo, M.D., Director de Programas de Cáncer Infantil en Sylvester Comprehensive Cancer Center, parte de University of Miami Health System. Tuvieron la oportunidad de hacer preguntas y discutir su plan de tratamiento. Les dio la esperanza que necesitaban.

“Estadísticamente, la mayoría de los pacientes con cáncer pediátrico tienen mayores posibilidades de sanación que de fracaso”, dice el Dr. Barredo. “La mayoría llevará una vida productiva cuando sea adulto y tendrá sus propias familias”.

También se reunieron con otros miembros del equipo multidisciplinario de expertos que ayudarían a Sophia.

“Sabíamos que el equipo hacía milagros a diario y confiábamos en sus capacidades”.

-Ty Treadwell

La familia decidió que Sophia comenzaría el tratamiento en Sylvester’s Alex’s Place and Holtz Children’s Hospital en UM/Jackson Memorial Medical Center.

“Estábamos listos para empezar a luchar para vencer el cáncer”, cuenta Ty.

Reorganización para apoyar el recorrido de Sophia

La familia comenzó a hacer cambios para adaptarse a su “nueva normalidad”. Boriana y Ty reorganizaron sus horarios de trabajo para que uno de ellos pudiera estar a su lado las 24 horas del día, los 7 días de la semana para acompañarla.

“Pensábamos que el entorno sería aterrador, pero en realidad era un lugar de esperanza y fe muy acogedor”, dice Boriana. “Todas las personas con las que entramos en contacto durante este terrible momento eran expertas, profesionales y solidarias. Se convirtieron en una familia e hicieron la experiencia más llevadera”.

Boriana y Ty rápidamente se dieron cuenta de que no podían hacerlo solos. Amigos y familiares se ofrecieron a proporcionar comidas y otros servicios. Se unieron a un grupo de apoyo en línea para recibir consejos de otros padres. También trabajaron estrechamente con los equipos de apoyo del hospital y de Alex’s Place.

“Tuvimos suerte de que tanta gente ofreciera ayuda”, dice Boriana, quien inicialmente se resistió a recibir ayuda. “Nos dio más tiempo para cuidar de nosotros mismos y de Sophia”.

Mantenerse ocupado en un entorno enriquecedor

Mientras Sophia estaba en tratamiento, buscaron formas de mantenerse ocupados para evitar centrarse en lo que realmente estaba sucediendo. En Alex’s Place, diseñado para empoderar a los pacientes jóvenes y apoyar a sus familias, la sala de quimioterapia estaba equipada con un monitor de pantalla plana para ver videos o usarlo como computadora. También tuvieron acceso a un área común con juegos y actividades interactivas, un salón de clases en el lugar para mantenerse al día con las tareas escolares y un jardín tranquilo para reflexionar pacíficamente y disfrutar al aire libre.

Sofía y Boriana planearon un viaje de chicas a Europa ya que tuvieron que cancelar el que tenían programado. Estudiaron español, leyeron libros y miraron televisión. Exploraron el lado creativo de Sophia con terapia del arte y trabajaron con el musicoterapeuta para componer canciones para un concierto de violín que realizó para los otros niños enfermos.

Retribuir con esperanza

Hoy, Sophia está libre de cáncer y está prosperando como estudiante de segundo año en la universidad. Los Treadwell retomaron su vida normal y están compartiendo su experiencia con otros padres que inician un recorrido de supervivencia con hijos con un diagnóstico de cáncer.

Desafortunadamente, siempre tienen en mente la posibilidad de una recaída.

“El cáncer es una enfermedad terrible, pero muchos tipos de cáncer ahora son tratables y los supervivientes del cáncer suelen vivir vidas largas y prósperas”, afirma Boriana. “Siempre estaremos agradecidos con Sylvester por impulsar la investigación y el tratamiento del cáncer y brindarnos el apoyo y la esperanza que necesitábamos para superar este momento tan difícil”.

Debby Teich es escritora colaboradora de Sylvester Comprehensive Cancer Center.

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