Leucemia Infantil: Conoce la Historia de Alex
Los padres de Alex Pérez celebran que su hijo de seis años está en remisión de leucemia, el tipo de cáncer más común en niños y adolescentes.
“Estamos muy felices de verlo saludable y llevando una vida normal como cualquier niño”, dice su mamá, Vitia López. “Él no pudo jugar en el parque, ir a la guardería o la escuela, ni compartir con otros niños de su edad hasta ahora”.
La leucemia es un tipo de cáncer de la sangre que se origina en los leucocitos o glóbulos blancos, los cuales se forman en la parte interna de la medula ósea.
A Alex le diagnosticaron leucemia linfocítica aguda (ALL, por sus siglas en inglés) cuando tenía 18 meses. “Después de 3 días con fiebre alta, notamos que él estaba muy pálido y, su papá, que es médico, le ordenó pruebas de laboratorio”, dice Vitia. “No lo podíamos creer cuando llamaron y nos dieron el diagnóstico”.
Esa misma tarde, por recomendación del pediatra, el niño fue trasladado al hospital más cercano a su residencia en Port St. Lucie, Florida.
La carrera contra la leucemia era inminente; el tipo de leucemia de Alex era de rápido crecimiento, por lo que sus tratamientos con quimioterapia comenzaron de inmediato.
Desafortunadamente, estos dejaron de tener efecto con el tiempo y Alex recayó a los cuatro años y medio. “Nos dijeron que ya no podían ofrecerle otro tipo de tratamiento y lo remitieron a Sylvester Comprehensive Cancer Center. Alex necesitaba un trasplante de médula ósea”.
El Dr. Julio Barredo, quien es oncólogo y hematólogo pediátrico y director del Programa de Cáncer Pediátrico de Sylvester, dice que: “Un trasplante de médula ósea está indicado cuando el tratamiento inicial falla o después de una recaída. La intención es curar al paciente y, de hecho, hay un buen porcentaje de pacientes que se curan con el trasplante”.
Sylvester Comprehensive Cancer Center, parte de UHealth – University of Miami Health System, es un líder en el tratamiento de leucemia y trasplante de médula.
“No somos el único programa de trasplante de médula pediátrica en el sur de la Florida, pero si el único que tiene la capacidad de suplementar el tratamiento del paciente con investigaciones en el laboratorio para que este mejore, sea más efectivo y menos tóxico”, dice el Dr. Barredo.
Una vez en Sylvester, Alex comenzó el tratamiento previo al trasplante, llamado acondicionamiento, el cual lo llevaría a un estado de remisión. El propósito era suprimir el sistema inmunitario para reducir la probabilidad de rechazo del injerto de médula ósea.
Su plan de acondicionamiento incluyó quimioterapia, inmunoterapia y radiaciones dos veces al día bajo anestesia. “Este fue un tratamiento muy intenso y lo cansaba mucho. Pero durante todo ese tiempo, él pudo sobreponerse a los síntomas. Él es un niño muy positivo, valiente y feliz”, dice Vitia.
Una vez en remisión, se procedió a hacer el trasplante con la médula ósea de su hermano de 25 años, con quien tenía 50% de compatibilidad.
El Dr. Barredo asegura que Alex respondió bien a los intensos tratamientos y al trasplante de médula y pudo recuperarse de las complicaciones que se presentaron. “Creo que nadie podría decir que Alex alguna vez tuvo cáncer o que recibió un tratamiento de médula ósea. Alex es un niño completamente normal y esa es una de las satisfacciones que recibimos los que practicamos este tipo de medicina”.
Según el oncólogo, en la actualidad, los tipos de leucemia más comunes en niños se pueden curar en la gran mayoría de pacientes, sin embargo, requieren de tratamientos largos e intensivos.
El programa de oncología pediátrica de Sylvester fue diseñado teniendo en cuenta las necesidades propias de los niños y adolescentes. Para ello, se creó la clínica Alex’s Place, en donde los pacientes reciben atención ambulatoria de primera clase de un equipo especializado en múltiples disciplinas.
“Alex’s Place fue concebido con la idea de ofrecer un espacio que no intimide a los niños cuando vienen a recibir el tratamiento que necesitan”, dice el Dr. Barredo.
Al final del año 2022, el niño recibió su último tratamiento y, finalmente, pudo asistir a la escuela. “Me gusta el arte, la ciencia y las computadoras”, dice Alex, para quien su mayor deseo es ir Hawái y conocer los volcanes. Otro de sus deseos es que otros niños se mejoren.
Por su parte Vitia está muy agradecida por el apoyo recibido de sus familiares y del Dr. Barredo y su equipo. “Yo aconsejo a los padres de todos los niños que necesiten un tratamiento oncológico que vayan a Sylvester porque ahí van a encontrar los mejores médicos, muy buenos recursos y una calidad humana excelente”, concluye Vitia.
Video y artículo escrito y producido por Shirley Ravachi.
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