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¿Podría su barbacoa provocar cáncer?

3 min read  |  julio 25, 2019  | 
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Cuando se acerca el Día de la Independencia es posible que esté pensando en comprar costillas, limpiar la parrilla y disfrutar de una amena barbacoa el Día de la Independencia a la antigua. Si bien es probable que los contratiempos relacionados con quemaduras y utensilios de cocina estén dentro de los posibles riesgos de salud, existe uno que probablemente no esté… el cáncer.

Cocinar en la parrilla es un método de cocina de alta temperatura. Por ello, cuando se come comida asada, es posible que se exponga a sustancias químicas dañinas.

“Las aminas heterocíclicas (heterocyclic amines, HCA) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (polycyclic aromatic hydrocarbons, PAH) son sustancias químicas que se forman cuando la proteína animal, incluida la carne de res, el cerdo, el pescado y la carne de ave, se cocinan con métodos de alta temperatura”, menciona Lesley Klein, experta en nutrición médica y dietista del Sylvester Comprehensive Cancer Center. En estudios de laboratorio, las HCA y los PAH pueden provocar cambios en el ADN, lo que puede aumentar el riesgo de padecer cáncer.

Donde hay humo…

Estudios muestran que estas sustancias químicas provocan cáncer en modelos animales; sin embargo, estudios de poblaciones no han establecido un vínculo definitivo entre la exposición de HCA y PAH de las carnes asadas y el cáncer en seres humanos, de acuerdo con el National Cancer Institute (Instituto Nacional del Cáncer). No obstante, existen varios estudios que actualmente observan posibles riesgos de padecer cáncer relacionados con asar carne.

Se forma HCA cuando la proteína animal reacciona a temperaturas elevadas, indica la Dra. Klein. Se desarrolla PAH cuando la grasa y los jugos caen en forma de gota sobre la parrilla y producen llamas y humo. El humo eleva las sustancias químicas en dirección a la carne donde se adhieren a la superficie del alimento. Estas sustancias químicas también se activan al ahumar la carne, y el humo del cigarrillo y los gases de escape contienen PAH.

Los perros calientes, que se consideran carne procesada, son otro potencial riesgo de padecer cáncer relacionado en gran medida con las barbacoas de verano. Cualquier cantidad de carne procesada que se consuma con regularidad aumenta el riesgo de contraer cáncer de estómago y colorrectal, indica el American Institute for Cancer Research (Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer).

Espere, no guarde la parrilla todavía

No permita que esto arruine su barbacoa festiva. Todavía puede cocinar en la parrilla de manera segura; Klein indica que determinados factores pueden disminuir el riesgo de que aparezcan estas sustancias químicas dañinas.

Limitar la exposición directa de la carne a una llama abierta puede reducir la formación de HCA y PAH, agrega.

¿De qué manera?

Sugiere estas técnicas: cocinar la carne previamente en el microondas, girar la carne continuamente sobre la parrilla, y no dejar de cocinar la carne hasta que esté bien cocida. Además, deben retirarse las porciones de carne quemadas y evitar que se acumule grasa líquida de la carne.

Y, también puede comer un perro caliente, siempre que la ingesta de carne procesada sea durante ocasiones especiales como celebrar la independencia nacional en la barbacoa que elija.


Natasha Bright es escritora colaboradora de UMiami Health News. Es posible que haya leído sus artículos en los sitios web de Huffington Post y Scary Mommy.

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