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¿Por qué cada vez más adultos mayores se suicidan?

7 min read  |  marzo 12, 2024  | 
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La soledad y el aislamiento en los adultos mayores cobran un alto precio. La evidencia se refleja en el alarmante aumento de las muertes por suicidio en adultos mayores. Los estadounidenses mayores, en particular los hombres, se están suicidando a un ritmo histórico, y los expertos especulan que la tendencia es un reflejo del papel de los adultos mayores en la sociedad moderna.

Esto no sorprende a Marcio R. Soares, M.D., jefe de medicina geriátrica y paliativa de University of Miami Health System, que atiende a pacientes mayores que luchan por afrontar los tantos cambios que surgen con el envejecimiento.

“Hay varios factores que contribuyen [que pueden conducir al suicidio]”, afirma el Dr. Soares. “Los principales son la soledad y el aislamiento social, así como la pérdida de independencia y la falta de propósito. A medida que las personas se aproximan a la jubilación y más allá, todo esto entra en juego”.

Ingrid Gabriela Barrera, Psy.D., directora del Programa terapéutico de prevención del suicidio de UHealth y jefa de Servicios de apoyo para personas con cáncer en Sylvester Comprehensive Cancer Center, ha descubierto que la soledad, real o percibida, aumenta con la edad.

La pandemia de COVID-19 aceleró el problema.

Dra. Barrera

Según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), las muertes por suicidio han aumentado más del 8 % desde el 2021 entre las personas de 65 años o más.

Para las personas de mediana edad, entre 45 y 64 años, el aumento fue del 7 %. En comparación, las muertes por suicidio disminuyeron en más de un 8 % entre los menores de 24 años.

Los hombres corrían mayor riesgo, especialmente a medida que envejecían.

Por ejemplo, en los hombres de 75 años o más se registró una tasa de suicidio de 43.7 muertes por cada 100,000, casi el doble que la de los hombres de 15 a 24 años, que fue de 21.6 muertes por cada 100,000. La brecha entre géneros también se mantuvo amplia: 23.1 muertes por cada 100,000 hombres mayores en el 2022, en comparación con 5.9 muertes por cada 100,000 mujeres.

Otro detalle inquietante: Los hombres tienden a elegir medios más violentos para poner fin a sus vidas, normalmente utilizan armas de fuego. De hecho, el suicidio relacionado con armas de fuego fue hasta 14 veces mayor que el de los otros dos métodos más comunes: asfixia e intoxicación. El Dr. Soares dice que hay dos razones probables para esto. Los hombres tienen más acceso a las armas de fuego y conocimiento de estas, y “el suicidio con arma de fuego es mucho más eficaz. La probabilidad de que un individuo sobreviva a un disparo autoinfligido es bastante baja”.

En el sur de Florida, las tasas de suicidio entre adultos mayores probablemente no sean tan altas como las de nivel nacional, añade. Esto se debe a que la demografía local es bastante diferente a la de otras partes del país.

“Culturalmente, tenemos familias más unidas”, establece el Dr. Soares. “Encontramos que en ciertos grupos [étnicos], los adultos mayores viven más cerca de sus hijos o con ellos. Se brinda más atención a los adultos mayores”.

Aun así, el Dr. Soares y la Dra. Barrera aconsejan a los cuidadores y a los cónyuges que sean conscientes de las situaciones que contribuyen a la ideación suicida.

Al reconocerlas, esto puede ayudar a buscar ayuda para el familiar. Por ejemplo, los cambios físicos y cognitivos pueden ser comunes a medida que envejecemos, pero un diagnóstico médico puede desorientar y desencadenar un cóctel de emociones.

«En la población con cáncer, un paciente tiene siete veces más probabilidades de suicidarse en los primeros seis meses después del diagnóstico [que en la población general]», dice la Dra. Barrera, que trabaja en estrecha colaboración con las familias en Sylvester Comprehensive Cancer Center. “Existe el miedo a morir, a perder el trabajo si todavía están trabajando, a que el matrimonio se desmorone. Luego está también el factor del dolor y cómo superarlo”.

Pero no es sólo el cáncer el que puede causar estragos.

Una persona que recibe un diagnóstico de demencia debe afrontar un futuro incierto. Es posible que no sepa qué tan rápido o lento será el deterioro cognitivo, y esta falta de control puede provocar pensamientos depresivos.

“Los pacientes me dicen que sienten que son una carga para su familia, una carga para la comunidad”, dice el Dr. Soares. “Se preocupan mucho por eso”.

La jubilación también es otro motivo de preocupación. Aunque para muchos suele ser un sueño largamente anhelado, algunos pueden experimentar una falta de propósito o una sensación decreciente de valor. Sin un lugar donde estar, una persona puede perder la estructura que proporciona un trabajo. Puede resentirse por no ser más el sostén de la familia y el cabeza de familia, habiendo cedido ese rol a un cónyuge más joven o a un hijo adulto.

“Esto también tiene un factor financiero”, añade el Dr. Soares. “Incluso aquellos que han ahorrado y presupuestado para la jubilación, pueden sobrevivir a sus ahorros o temer que lo hagan”.

Además, la muerte de un cónyuge o pareja puede aumentar el miedo y la desesperación, ya que el sobreviviente tiene que afrontar una nueva vida en soledad.

El duelo puede ser abrumador y aprender a vivir sin un ser querido puede generar ansiedad.

Dicho esto, existen muchas formas de mitigar los sentimientos de desesperanza que pueden llevar a pensamientos suicidas. Estas son algunas sugerencias:

  • Anime a su ser querido a participar en actividades sociales. Si el adulto mayor se niega a participar en reuniones familiares o en pasatiempos que antes disfrutaba, no acepte simplemente la decisión. “Lo mejor que se puede hacer”, afirma el Dr. Soares, “es luchar contra su resistencia porque eso sólo conduce a un mayor aislamiento. Involúcrelos en su rutina. Asegúrese de que se reúnan con amigos y realicen actividades”.
  • Reconozca las señales de advertencia. Además de abstenerse de realizar lactividades habituales, las personas con pensamientos suicidas también pueden exhibir un aumento en comportamientos de riesgo o en el consumo de drogas o alcohol. Pueden expresar sentimientos de desesperanza o sentirse atrapados, comer y dormir más o menos y comportarse de manera agitada o irritable.

“Es importante brindares esperanza, hacerles saber que no están solos”, dice la Dra. Barrera. “Hay terapias que pueden ayudar. No tienen que hacerlo solos”.

  • Reduzca el acceso o guarde bajo llave las armas y otros posibles métodos de suicidio.
  • Pregunte y hable abiertamente sobre sus sentimientos, particularmente en lo que se refiere a pensamientos suicidas. En una revisión de la literatura publicada en 2014 se descubrió que reconocer el suicidio y hablar sobre este puede reducir, en lugar de aumentar, la ideación suicida en poblaciones en riesgo.
  • Busque ayuda. Llame a la Línea de Prevención del Suicidio y Crisis al 988. Si prefiere comunicarse por mensaje de texto, envíe su mensaje de texto con la palabra INICIO al 741741 a Crisis Text Line, una organización sin fines de lucro. También puede llamar al 211 para obtener ayuda para encontrar recursos de salud mental a largo plazo o hablar sobre un problema.

Para obtener más información, visite el Therapeutic Adult Suicide Prevention Program (Programa terapéutico de prevención del suicidio en adultos). El programa implementa Terapia Dialéctica Conductual (Dialectical Behavioral Therapy, DBT), Terapia Cognitivo-conductual (Cognitive-Behavioral Therapy, CBT) y otras técnicas basadas en evidencia para elaborar y brindar un plan de tratamiento personalizado.


Ana Veciana-Suárez es colaboradora habitual de University of Miami Health System. Es autora y periodista reconocida que trabajó en The Miami HeraldThe Miami News y The Palm Beach Post. Visite su sitio web en anavecianasuarez.com o sígala en Twitter: @AnaVeciana.

Tags: Dr. Marcio R. Soares, Dra. Ingrid Barrera, envejecimiento, psicología, salud mental

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