¿Por qué mi hijo moja la cama?
A los siete años, alrededor del 10 % de los niños aún mojan la cama. Si le preocupa que su hijo se orine en la cama mientras duerme (lo que se denomina enuresis nocturna), y le genera ansiedad cada noche o le impide disfrutar de las fiestas de pijamas, es importante averiguar la causa. Luego, pueden hablar al respecto y ayudar a que su hijo se levante seco y feliz.
¿Es este un problema médico o de comportamiento?
“Si su hijo nunca ha tenido un buen control de la vejiga (una afección conocida como enuresis primaria), lo primero que debe hacer es realizar una evaluación para determinar si existe una causa médica”, dice Alan Delamater, Ph.D., psicólogo clínico pediátrico de University of Miami Health System. “Es probable que no haya ningún problema médico. Pero, antes de comenzar el tratamiento conductual, eso debe determinarse”.
Si la enuresis nocturna de su hijo continúa después de los siete años, hable con su médico de atención primaria, recomienda la Dra. Andrea Assantes, pediatra de UHealth.
“La eliminación de orina (tanto durante el día como durante la noche) se debe analizar en todos los controles de bienestar para que pueda comprender lo que se considera normal para su hijo en edad de crecimiento”.
“Cuando un niño no se orina en la cama mientras duerme durante seis meses o más, y de repente comienza a mojar la cama nuevamente, esto se llama enuresis secundaria y puede ser un signo de un problema mayor”, comenta la Dra. “Y debe ser evaluado por el médico de atención primaria”.
Su pediatra puede determinar si su hijo tiene alguna de las siguientes causas médicas para mojar la cama:
- infección urinaria
- enfermedad renal/de la vejiga
- genética (antecedentes familiares)
- vejiga pequeña
- enfermedad neurológica
- convulsiones
- diabetes
- apnea del sueño
- constipación
- cambios hormonales o insuficiencias
Una vez que haya tratado o descartado de manera efectiva un problema médico subyacente, pero la enuresis nocturna de su hijo continúa, un psicólogo pediátrico puede ayudar a determinar y abordar la causa.
Los siguientes problemas emocionales y de comportamiento pueden desencadenar la enuresis nocturna repentina o persistente:
- desarrollo deficiente de la conexión cerebro-vejiga
- ausencia de reconocimiento de la sensación de vejiga llena
- beber demasiado líquido antes de acostarse
- no vaciar la vejiga antes de acostarse
- sueño muy profundo
- estrés, ansiedad
- trauma
Cuando un niño tiene enuresis nocturna primaria y no puede amanecer seco de manera constante a los siete años, es probable que nunca haya desarrollado la conexión cerebro-cuerpo necesaria para controlar la vejiga y reconocer cuándo necesita usar el baño, explica el Dr. Delamater.
Además, explica que la enuresis nocturna secundaria (un regreso repentino de orinarse en la cama), generalmente se asocia con algún factor de estrés (como cambios en el hogar, la escuela, las amistades o la pérdida de un ser querido). “Los niños que han experimentado un trauma (como un accidente automovilístico, violencia o abuso) y han desarrollado trastorno de estrés postraumático pueden retroceder en sus habilidades de desarrollo”.
Cómo fomentar mañanas más secas
Los psicólogos pediátricos y los pediatras están de acuerdo en que es esencial que los padres respondan con atención, habilidad y paciencia a la enuresis nocturna de sus hijos, independientemente de la causa.
“Los niños, a menudo, pueden experimentar estrés y ansiedad como consecuencia de mojar la cama, relacionado con la forma en que sus padres responden (por ejemplo, regañando y avergonzando a su hijo)”, explica el Dr. Delamater. Este estrés adicional solo puede empeorar la enuresis nocturna y posiblemente hacer que el niño sienta vergüenza y pudor.
“Para ayudar a establecer la conexión cerebro-vejiga en niños con enuresis primaria sin un problema médico, la clave es involucrar y motivar al niño y ayudar a los padres y al niño a tener una visión diferente del problema”, agrega.
Este enfoque de refuerzo positivo es muy exitoso:
Nunca regañe ni castigue a su hijo por mojar la cama.
“Cuando su hijo le diga que otra vez mojó la cama, o si descubre que la ropa de cama o el pijama están mojados, hable con ellos sobre lo que está pasando y sea empático con sus sentimientos”, recomienda la Dra. Assantes. “Pídale que le ayude a cambiar las sábanas”.
En las mañanas, cuando se despierte en una cama seca, felicítele o dele un premio.
“Haga un seguimiento de las noches secas y proporcione recompensas tangibles y significativas al niño después de alcanzar las metas (p. ej., cinco noches secas, luego siete noches secas seguidas)”, recomienda el Dr. Delamater.
“Con este enfoque, casi todos los niños comenzarán a lograr el control nocturno con bastante rapidez. Eventualmente, superarán este problema sin tratamiento, pero el entrenamiento para una cama seca acelerará el buen desarrollo y tiene una excelente tasa de ‘éxito’”.
Para ayudar a los niños con enuresis secundaria, primero, aborde sus problemas emocionales agudos. Luego, este programa de incentivos puede reforzar la motivación para lograr noches secas.
También es útil reducir la ingesta de líquidos del niño después de la cena, establecer una hora regular para acostarse y hacer que vacíe la vejiga en el inodoro como parte de su rutina para irse a la cama.
¿Ha probado con una alarma?
“A veces, se puede usar un sensor de orina y una alarma (una tira que se puede insertar en la ropa interior o una almohadilla en la que duerme el niño) como parte del entrenamiento general de la cama seca”, comenta el Dr. Delamater.
Con esta herramienta, la humedad activa una alarma vibratoria o auditiva para despertar al niño y que pueda levantarse para ir al baño. Eventualmente, el cerebro del niño asocia la notificación de alarma con su necesidad de orinar.
La Dra. Assantes opina que este tipo de alarmas es apropiada solo para niños mayores que están listos para participar activamente en su plan de tratamiento para el control de la vejiga.
“El éxito promedia más del 50 %”, agrega. El Dr. Delamater dice que la calidad de la investigación sobre este enfoque de entrenamiento es baja. Los padres deben participar activamente, porque es posible que necesiten usar la alarma durante muchas semanas.
¿Es bueno usar medicación?
Medicamentos como DDAVP y desmopresinapueden ayudar a resolver temporalmente la enuresis nocturna problemática, pero la afección regresará cuando el niño deje de tomar los medicamentos.
“He recetado DDAVP por períodos cortos, como una fiesta de pijamas o un campamento. Si se consideran duraciones de control más extensas, solicito la ayuda de mis colegas de nefrología”, explica la Dra. Assantes. “Ambos medicamentos pueden tener efectos secundarios, y es importante hablar con su médico acerca de los pros y los contras para su hijo, además de las opciones de tratamiento no farmacéutico”.
Dana Kantrowitz es colaboradora del servicio de noticias de UHealth.
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