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La Importancia De Proteger el Corazón en Verano

9 min read  |  junio 20, 2024  | 
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La cardióloga Maria Carolina Delgado-Lelievre, M.D. enfatiza la importancia de proteger el corazón durante esta temporada, especialmente ante la perspectiva de un verano extremadamente caluroso.

“Las temperaturas superiores a 90 °F (32 °C), combinadas con un alto porcentaje de humedad, sobrecargan de manera considerable el sistema cardiovascular. Las investigaciones han demostrado riesgos elevados de mortalidad y morbilidad cardiovasculares durante las olas de calor, en especial entre las poblaciones de mayor edad”, afirma el Director del Comprehensive Hypertension Center de University of Miami Health System.

¿Cómo Afecta El Calor Al Corazón?

La mayoría de las personas (incluso los niños) se sienten agotadas después de un día bajo el sol de verano, pero ¿por qué el calor es especialmente duro para el corazón? Cuando la temperatura del aire es casi igual o mayor que la temperatura del cuerpo, el corazón tiene que latir más rápido y bombear más fuerte para mantener el cuerpo fresco. En un día sofocante, el corazón transporta entre dos y cuatro veces más sangre por minuto que en un día fresco.  Si alguien ya tiene problemas cardiovasculares, corre un mayor riesgo de sufrir deshidratación, desequilibrios electrolíticos, cambios en el ritmo cardíaco o la presión arterial, así como la formación de coágulos sanguíneos.

Las Condiciones Cardiovasculares Más Vulnerables Al Calor

“Es importante reconocer los mecanismos que vinculan las temperaturas extremadamente altas con diversas enfermedades cardiovasculares”, dice la Dra. Delgado-Lelievre. “La deshidratación, la hemoconcentración, la hipercoagulabilidad, la activación del sistema nervioso simpático y los mediadores de la inflamación, todos están involucrados. El flujo sanguíneo hacia la piel aumenta durante el calor extremo para facilitar la sudoración y la evaporación, lo que puede provocar deshidratación, desequilibrios electrolíticos y estados de hipercoagulabilidad”.

La Dra. Delgado-Lelievre investiga cómo el clima caluroso puede afectar a cinco condiciones cardiovasculares, y propone medidas preventivas para proteger el corazón de pacientes que padecen estas condiciones:

Hipertensión (presión arterial alta)

El clima caluroso puede exagerar los efectos de la vasodilatación (o ensanchamiento de los vasos sanguíneos). Si está sentado o acostado, esto puede provocar cambios repentinos en la presión arterial al levantarse. Esta situación, conocida como hipotensión ortostática (orthostatic hypotension, OHT), es más común si toma medicamentos para la hipertensión. La OHT puede provocar mareos, desmayos, palpitaciones cardíacas, sudoración y náuseas. Para proteger el corazón y evitar la OHT, manténgase alejado del calor, “contrólese la presión arterial con regularidad, limite el consumo de sal y tome los medicamentos que le hayan recetado”, explica la Dra. Delgado-Lelievre.

Hipotensión (presión arterial baja)

De manera similar, la hipotensión puede bajar aún más cuando el calor hace que los vasos sanguíneos se dilaten demasiado rápido. Para prevenir desmayos o mareos, “evite los cambios bruscos de postura, manténgase hidratado y mantenga el equilibrio electrolítico”, recomienda la Dra. Delgado-Lelievre. Además de agua, piense en consumir a diario bebidas ricas en electrolitos.

Arritmia y marcapasos

La deshidratación y el calor excesivo pueden desencadenar ritmos cardíacos irregulares. El sobrecalentamiento corporal también puede afectar el funcionamiento de los marcapasos. Manténgase fresco y beba mucho líquido sin cafeína para evitar estas reacciones.

Insuficiencia Cardíaca Congestiva

Las personas con insuficiencia cardíaca deben tener especial precaución, en particular si toman medicamentos diuréticos o vasodilatadores.

«La exposición prolongada al calor puede agravar los síntomas y sobrecargar al corazón. El esfuerzo adicional del corazón, exacerbado por la pérdida de sodio y potasio y la liberación interna de hormonas del estrés, puede ser problemático para algunas personas. El aumento del flujo sanguíneo hacia la piel, junto con la deshidratación, puede disminuir la presión arterial lo suficiente como para causar mareos o incluso desmayos. Las personas con insuficiencia cardíaca deben seguir estrictamente las restricciones de líquidos para evitar una acumulación excesiva de líquidos», explica la Dra. Delgado-Lelievr

Enfermedad Coronaria

El ejercicio es esencial para controlar la enfermedad coronaria crónica, pero la Dra. Delgado-Lelievre advierte sobre evitar el “esfuerzo excesivo en climas calurosos” para prevenir la insuficiencia de flujo sanguíneo al corazón. (isquemia miocárdica). Durante nuestros veranos sofocantes, ajuste su rutina de ejercicios.

¿Cómo Los Medicamentos Afectan La Tolerancia Al Calor?

Si bien es cierto que los medicamentos son parte esencial para proteger el corazón, el calor extremo puede contrarrestarlo. “Los betabloqueantes y los vasodilatadores pueden afectar la capacidad del cuerpo de regular la temperatura y aumentar el riesgo de complicaciones relacionadas con el calor. Los betabloqueantes también reducen la frecuencia cardíaca e impiden al cuerpo disipar el calor. Los diuréticos aumentan la producción de orina, lo que provoca desequilibrios de líquidos y electrolitos, y así agravan la deshidratación en climas calurosos”, explica la Dra. Delgado-Lelievre.

A pesar de estas posibles complicaciones, no debe dejar de tomar sus medicamentos. En cambio, manténgase alejado del calor y hable con su médico periódicamente acerca de los medicamentos y las dosis que toma. Con el tiempo, es posible que sea necesario realizar ajustes.

¿Cómo Combatir el Calor?

Obviamente, el primer paso es limitar las actividades al aire libre, en especial cuando hay humedad y una temperatura de más de 90 °F (32 °C). Preste atención a las condiciones climáticas y al índice de calor. o “sensación térmica”. Cambie su caminata del mediodía para primera hora de la mañana o de la tarde, camine por un centro comercial con clima controlado o use la cinta de correr en casa o en el gimnasio.

Tenga Muy en Cuenta La Hidratación.

“Consuma entre 1.5 y 2 litros de líquido al día, incluidas bebidas y alimentos. Sin embargo, durante el clima caluroso, es posible que se necesite más líquido para compensar el aumento de sudoración y la pérdida de líquidos por evaporación. Beba suficiente líquido para mantener una hidratación adecuada; preste atención a las señales de sed y a la producción de orina. Controlar la ingesta de líquidos es todavía más crítico para los pacientes que toman diuréticos, ya que estos medicamentos aumentan la producción de orina, lo que provoca desequilibrios de líquidos y electrolitos. Es esencial equilibrar la ingesta de líquidos para prevenir la deshidratación y, al mismo tiempo, evitar la sobrecarga de líquidos”, explica la Dra. Delgado-Lelievre.

Beba Agua Durante Todo El Día, Incluso Si No Tiene Sed.

Las bebidas con cafeína y las bebidas alcohólicas no cuentan; de hecho, deshidratan aún más y pueden interactuar con ciertos medicamentos para el corazón. La Dra. Delgado-Lelievre aconseja controlar a diario el peso corporal e informar al médico cualquier aumento repentino. “Esto permite realizar ajustes oportunos en la ingesta de líquidos y las dosis de medicamentos”.

Otra recomendación: usar “ropa adecuada”

Asegúrese de mantener la temperatura del aire interior a un nivel confortable. Si está preocupado por los costos de energía, puede utilizar ventiladores de techo y eléctricos para refrescar el ambiente y cerrar las cortinas o persianas durante las horas más calurosas del día. Es importante conocer los síntomas de enfermedades relacionadas con el calor y mantenerse en contacto con sus proveedores de atención médica durante el verano para ajustar los medicamentos o la ingesta de líquidos según sea necesario

“Las investigaciones muestran riesgos elevados de mortalidad y morbilidad cardiovasculares durante las olas de calor, en especial entre las poblaciones de mayor edad. Con el empeoramiento del cambio climático, la adaptación es fundamental para mitigar el riesgo previsto para la salud relacionado con el calor”, añade la Dra. Delgado-Lelievre.

Aunque no pueda controlar el clima, puede proteger su corazón adoptando hábitos saludables.


Nancy Moreland suele colaborar con UHealth Collective. Escribió artículos para numerosos y reconocidos sistemas de atención médica y para los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC). Sus artículos también aparecen en Chicago Tribune y US News & World Report.


Glosario

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Hipercoagulabilidad

La activación simpática es la respuesta natural del cuerpo a los factores estresantes; provoca diversas reacciones en el corazón (ritmo cardíaco rápido, estrechamiento de los vasos sanguíneos periféricos, etc.), lo cual puede llevar a la insuficiencia cardíaca

Hemoconcentración

Hemoconcentración es una concentración mayor de lo normal de células sanguíneas resultado de la pérdida de agua o plasma en la sangre.

Activación del sistema nervioso simpático

La activación simpática es la respuesta natural del cuerpo a los factores estresantes; provoca varias reacciones dentro del corazón (aumento del ritmo cardíaco, estrechamiento de los vasos sanguíneos periféricos, etc.), lo cual puede llevar a la insuficiencia cardíaca.

Mediadores de la inflamación

Cuando el cuerpo experimenta una lesión o infección, nuestras células producen mediadores inflamatorios. Estas moléculas generan una respuesta inflamatoria que es la manera en que el cuerpo se protege a sí mismo.

Betabloqueantes

Los medicamentos betabloqueantes reducen el estrés en el corazón al disminuir la presión arterial, ralentizar el ritmo cardíaco, reducir la fuerza con la que la sangre es bombeada a través del cuerpo y bloquear ciertas hormonas del estrés. También pueden mejorar el flujo sanguíneo al dilatar los vasos sanguíneos. Los betabloqueantes se utilizan para tratar el dolor de pecho (angina), controlar el ritmo cardíaco y reducir la presión arterial.


Tags: arritmias cardíacas, atención cardiológica en Miami, Dra. Maria Carolina Delgado-Lelievre, ola de calor

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