¿Puede un Análisis de Sangre Advertirle de un Ataque Cardíaco?

Las enfermedades cardíacas continúan siendo la principal causa de muerte entre las mujeres estadounidenses. Sin embargo, muchas desconocen que los episodios cardiovasculares son responsables de una de cada cinco muertes en mujeres.
Ahora, tres biomarcadores que pueden medirse fácilmente a través de un análisis de sangre podrían alertar a las mujeres —y a sus médicos— sobre los riesgos potenciales de un ataque cardíaco o un derrame cerebral décadas antes de que tal problema ocurra.
Según un estudio reciente, estos biomarcadores sanguíneos mejoran la predicción del riesgo de enfermedades cardíacas en lugar de limitarse a recurrir a las calculadoras de riesgo tradicionales que se utilizan actualmente.
Los cardiólogos esperan que, al combinarse con las medidas tradicionales, las cifras motiven a las mujeres a tomar acciones preventivas para mejorar su salud cardiovascular.
Esto podría salvar miles de vidas. En la actualidad, más de 310,000 mujeres mueren de enfermedades cardíacas cada año y aproximadamente el 80% de las mujeres de entre 40 y 60 años de edad viven con al menos un factor de riesgo, según la organización Centers for Disease Control and Prevention en Estados Unidos.
“Nos proporciona las herramientas necesarias para integrar toda la información” y crear un perfil de riesgo más preciso para las pacientes femeninas, afirma la Claudia Martinez Bermudez, M.D, cardióloga clínica e intervencionista de University of Miami Health System. “Durante demasiado tiempo, debido a la brecha de género en los estudios, hemos subestimado el riesgo de enfermedades cardíacas en las mujeres, lo que ha llevado a un subdiagnóstico y a un tratamiento insuficiente”.
Históricamente, los médicos han utilizado factores conocidos para calcular el riesgo de enfermedades cardíacas.
Estos incluyen:.
- colesterol LDL (o “malo”) alto o
- hipertensión
- sobrepeso u obesidad
- índice de masa corporal alto
- uso de nicotina
- estilo de vida sedentario
- diabetes
Estos criterios se aplicaron por igual a hombres y mujeres, debido a que la mayoría de los estudios se centraban en hombres. Con el tiempo, surgió la necesidad de desarrollar medidas específicas para cada género, lo que llevó a más investigaciones enfocadas en mujeres. Estudios recientes han demostrado que complicaciones como hipertensión, diabetes gestacional, parto prematuro y pérdida del embarazo aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares en etapas posteriores de la vida.
La última investigación pionera, publicada en el New England Journal of Medicine y presentada en la conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés ) en Londres, se centró exclusivamente en mujeres. La Dra. Martínez Bermúdez destaca que este es un paso «significativo» para abordar las diferencias de género en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La investigación, financiada por National Institutes of Health, siguió a unas 40,000 mujeres durante 30 años desde la década de 1990. La mayoría de las participantes eran profesionales de la salud, en su mayoría blancas, con una edad promedio de 55 años. Aproximadamente el 25% tenía hipertensión, el 14% tenía al menos un padre que había sufrido un infarto antes de los 65 años, más del 12% fumaba y el 3% tenía antecedentes de diabetes. De las 40,000 mujeres inscritas, 28,000 proporcionaron muestras de sangre para su análisis.
Los investigadores descubrieron que tres factores clave contribuían al bloqueo de las arterias en etapas posteriores de la vida, incluso en mujeres sanas:
- Lipoproteína de baja densidad o LDL . Conocida como el colesterol “malo”, la LDL ha sido durante mucho tiempo un marcador estándar de riesgo cardíaco. Esto se debe a que mide la acumulación de placa en las arterias.
- Proteína C Reactiva (PCR)de alta sensibilidad. Mide la inflamación en los vasos sanguíneos, que es resultado de la respuesta del sistema inmunitario a la acumulación de colesterol. Cuando el colesterol comienza a obstruir las arterias, forma cristales que nuestro cuerpo intenta eliminar. Ese proceso de eliminación produce PCR o proteína C reactiva.
- Lipoproteína(a) (LP). Al igual que el LDL, este lípido forma placas que obstruyen nuestras arterias. Se trata principalmente de un factor de riesgo hereditario. De hecho, personas aparentemente sanas que llevan un estilo de vida saludable con niveles normales de LDL pueden desarrollar un bloqueo de las arterias debido a la genética.
La Dra. Martínez Bermúdez dice que el LDL se suele analizar durante un examen físico anual, pero los otros dos marcadores no suelen hacerse. El seguimiento de la PCR de alta sensibilidad se deja en manos del proveedor de atención médica, y la LP(a), una medida más nueva, rara vez se solicita en los análisis de sangre de atención primaria. Algunos países tienen pruebas universales para estos biomarcadores, pero no en Estados Unidos. “Ahora que sabemos cómo funcionan estos factores juntos, las mujeres definitivamente deberían solicitar que se les haga la prueba”, agrega.
Estos números pueden ayudar a los pacientes y a los médicos a planificar cómo mejorar estos riesgos mucho antes de que aparezcan los síntomas.
Los investigadores concluyeron: “Estos datos respaldan los esfuerzos por ampliar las estrategias de prevención primaria de eventos ateroscleróticos más allá de las estimaciones tradicionales de riesgo a 10 años”.
Si bien cada factor contribuye al riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, los niveles elevados de los tres son exponencialmente más peligrosos. Por ejemplo, cuando los investigadores hicieron un seguimiento de los participantes al final del período de estudio, descubrieron que aquellos con niveles elevados de LDL, PCR de alta sensibilidad y LP(a) tenían casi tres veces más probabilidades de sufrir un evento cardíaco importante y aproximadamente cuatro veces más probabilidades de sufrir un derrame cerebral.
Individualmente, cada biomarcador también se asoció con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. La inflamación, o PCR de alta sensibilidad, resultó ser el factor más importante, con una probabilidad un 70% mayor de sufrir un evento cardíaco importante en las mujeres con los niveles más altos de esa proteína.
Aunque los datos del estudio son alentadores, la Dra. Martínez Bermúdez señala la necesidad de más investigaciones
“El estudio se centró principalmente en mujeres blancas”, afirma, “pero necesitamos aprender más sobre las mujeres hispanas y afroamericanas, sobre las diferentes minorías y los niveles socioeconómicos”.
También le gustaría ver más investigaciones sobre el factor de riesgo hereditario medido por LP(a) y cómo se refleja en el escenario más amplio de posibles terapias. Actualmente, los pacientes con LDL alto pueden tomar estatinas para controlar su colesterol. Además, la colchicina , un antiguo medicamento contra la gota, fue aprobada por U.S. Food and Drug Administration para la inflamación vascular en 2023. El tratamiento para los niveles altos de LP(a), por otro lado, todavía es limitado y está en investigación.
Hasta ahora, la aféresis de lipoproteínas, que utiliza una máquina para eliminar LP(a) y LDL de la sangre, es la única terapia aprobada por la FDA.
Sin embargo, los investigadores han informado que un estudio de fase 2 demuestra que muvalaplin, un nuevo medicamento oral, es seguro y efectivo para reducir los niveles altos de LP(a).
Dicho esto, existen muchas medidas preventivas que una persona puede tomar para compensar los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares. La Dra. Martínez Bermúdez recomienda a sus pacientes seguir los 8 objetivos de salud esenciales de la American Heart Association para una vida más saludable. Estos incluyen llevar una dieta balanceada, hacer ejercicio, dejar el tabaco, dormir lo suficiente, y controlar el colesterol, el peso, los niveles de glucosa y la presión arterial.
“Cuanto antes hagamos cambios en nuestro estilo de vida”, afirma, “más saludables nos sentiremos y mejor calidad de vida podremos tener para divertirnos y disfrutar de la vida”.
Ana Veciana-Suárez es colaboradora habitual de University of Miami Health System. Es una reconocida autora y periodista que ha trabajado en The Miami Herald, The Miami News y The Palm Beach Post.
Tags: biomarcadores sanguíneos, Claudia Martinez-Bermudez, detección temprana, enfermedad cardíaca, programa cardiovascular preventivo, riesgo cardiovascular