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Vínculo Entre El Cáncer De Mama Y Las Enfermedades Cardiovasculares En Mujeres

8 min read  |  abril 03, 2025  | 
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Un estudio reciente revela que las mujeres mayores con enfermedades cardiovasculares (ECV) son diagnosticadas con cáncer de mama en etapas más avanzadas. Este hallazgo podría transformar la forma en que cardiólogos y oncólogos realizan las pruebas y colaboran en el manejo de sus pacientes. Los especialistas del Sylvester Comprehensive Cancer Center y del University of Miami Health System esperan que esta investigación conduzca a “una atención más integrada”.

Claudia Martinez, M.D cardióloga intervencionista y médico-científica que atiende a mujeres con enfermedades del corazón, destacó que este estudio subraya un creciente cuerpo de investigación que vincula ambas enfermedades de manera “bidireccional”.

La enfermedad cardíaca puede elevar el riesgo de desarrollar cáncer de mama en etapas avanzadas, mientras que, a su vez, el cáncer de mama avanzado se asocia con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.

“Espero que esto conduzca a un enfoque más basado en el trabajo en equipo en el ámbito clínico”, dice la Dra. Martínez. “También abre la posibilidad de que las dos disciplinas trabajen juntas. Para mí, es un recordatorio de que debemos decirles a nuestros pacientes que continúen con sus exámenes regulares además de cuidar su salud cardiovascular”.

Estos resultados de investigación, agrega, también deberían motivar a las mujeres con problemas cardiovasculares a realizarse mamografías de manera más temprana y frecuente para diagnosticar la enfermedad en una etapa más temprana, lo que, a su vez, puede hacer que el cáncer sea más tratable.

Como pacientes, conocer los factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares (ECV) y el cáncer de mama es esencial.

Es fundamental entender que al no conocer estos factores aumenta el riesgo de ECV y cáncer de mama avanzado. En cambio, adoptar cambios en el estilo de vida y estrategias de prevención reduce el riesgo de ambas enfermedades.

Carmen Calfa, M.D oncóloga médica de mama en el Sylvester Comprehensive Cancer Center, parte de UHealth, está de acuerdo en que la información del estudio ofrece una oportunidad para revisar la evaluación del riesgo y las estrategias de reducción de riesgos.

“Tenemos la oportunidad de disminuir el riesgo de desarrollar y morir por ambas enfermedades, la ECV y el cáncer de mama. Y eso es lo que creo que es la lección más importante para aprender aquí, y la misión que debemos asumir colectivamente. Creo que el conocimiento y la conciencia pueden empoderarnos a todos.”

El estudio, publicado en JAMA Network Open, analizó datos de salud de casi 20,000 pacientes con cáncer de mama que tenían al menos 66 años.

Aquellas con cáncer avanzado —tanto metastásico como localmente avanzado— tenían un 10% más de probabilidades de tener enfermedades cardíacas que aquellas con tumores diagnosticados en una etapa temprana. El grado de riesgo dependió del tipo de tumor. Por ejemplo, las pacientes que tenían enfermedad metastásica (cáncer que se había extendido a otras partes del cuerpo) tenían un 20% más de riesgo de también tener enfermedades cardíacas. Ese riesgo disminuyó significativamente, al 9%, en aquellas con tumores de mama localmente avanzados o cáncer que se había diseminado a los ganglios linfáticos y tejidos circundantes.

El riesgo también estuvo influenciado por el tipo de cáncer de mama y la etapa del cáncer. Los tumores positivos para receptores hormonales (HR+) y los cánceres HER2-negativos son el tipo más común de cáncer de mama, representando aproximadamente el 70% de todos los casos, según National Cancer Institute(NCI). El NCI también destacó la correlación más fuerte con enfermedades cardíacas (los tumores HR+ son positivos para estrógeno y/o progesterona, que favorecen el crecimiento del cáncer, y los tumores HER2- tienen una proteína que ayuda a que las células de cáncer de mama crezcan rápidamente).

Estudios previos respaldan el creciente cuerpo de investigación sobre la nueva diciplina de cardio-oncología, una disciplina que busca tratar y prevenir el riesgo elevado de enfermedades cardíacas en pacientes después de haber recibido tratamiento contra el cáncer. Un estudio realizado en 2011 descubrió que la enfermedad cardiovascular representaba una causa importante de mortalidad, casi equivalente al cáncer, en mujeres mayores diagnosticadas con cáncer de mama. Por otro lado, un estudio del 2019 analizó los riesgos cardiovasculares asociados con los tratamientos del cáncer de mama y recomendó adoptar un enfoque multidisciplinario para gestionar la salud cardiovascular de los pacientes con cáncer de mama.

En Sylvester y UHealth, los clínicos ya están liderando este tipo de atención.

“Para mí, la cardio-oncología es la disciplina que se preocupa por preservar la función del corazón mientras se brinda el mejor tratamiento contra el cáncer, con un enfoque en el bienestar general del paciente frente a nosotros”, dice la Dra. Calfa. “En Sylvester, nuestro programa de supervivencia se enfoca en la evaluación continua de cardio-oncología de nuestros pacientes mientras maximizamos el estilo de vida y minimizamos los factores de riesgo para la ECV. Desde trabajar con los PCPs (proveedores de atención primaria) para mejorar la concientización y el acceso de todos los pacientes a exámenes y tratamientos adecuados según su género y problemas de salud relacionados, hasta tener clínicas especializadas que gestionan los efectos secundarios de la quimioterapia y la inmunoterapia, y el uso de la terapia con protones para proteger el corazón, nuestro enfoque está en maximizar los resultados y minimizar los daños cardiovasculares posteriores.”

Ambas enfermedades encabezan la lista de las principales causas de muerte en el país.

  • Las enfermedad cardiovasculares, que incluye accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca e hipertensión, es responsable de aproximadamente un millón de muertes anuales en EE. UU.
  • En cuanto al cáncer de mama, se estima que 42,250 mujeres en EE. UU. murieron de esta enfermedad en 2024.

Ninguna de estas enfermedades es una sentencia de muerte si se detecta y trata a tiempo. Cuando se diagnostican los casos de HR+/HER2− antes de la metástasis, la tasa de supervivencia a cinco años es del 99%. Sin embargo, cuando se disemina a otras partes del cuerpo, la tasa de supervivencia a cinco años cae al 34%. Con la ECV, la American Heart Association estima que hasta el 80% de los eventos cardíacos y cerebrales podrían prevenirse con cambios en el estilo de vida.

Los investigadores y cardiólogos no están completamente seguros de por qué ambas enfermedades están asociadas, pero existen muchas teorías.

“Tanto el cáncer como la enfermedad cardiovascular comparten muchos de los mismos factores de riesgo”, dice la Dra. Martínez.

Agrega la Dra. Calfa: “La buena noticia es que muchos de esos factores son modificables, como la dieta, el ejercicio, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el colesterol alto, la obesidad, la hipertensión, etc.”

El tabaquismo, por ejemplo, es un factor de riesgo principal tanto para el cáncer de mama como para las enfermedades cardíacas.

Además, las malas elecciones de estilo de vida también contribuyen a un aumento de la probabilidad de desarrollar ambas enfermedades.

Más recientemente, los investigadores han descubierto un vínculo entre un evento cardiovascular, como un ataque al corazón, y el crecimiento más rápido de las células cancerosas. ¿Cómo sucede eso? Un incidente de ECV puede suprimir el sistema inmunológico, lo que dificulta que el cuerpo descomponga las células anormales. Uno de los estudios mostró que un ataque al corazón puede provocar un crecimiento y propagación más rápidos de las células de cáncer de mama que en aquellas personas que no sufren un ataque al corazón.

A la inversa, los pacientes con cáncer también pueden desarrollar problemas cardíacos después del tratamiento. Se sabe que la quimioterapia y la radioterapia causan cardiotoxicidad, incluida la arritmia, el accidente cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca. La prevalencia de la cardiotoxicidad puede desarrollarse poco después del tratamiento o años después, y varía según el tipo de tratamiento.

La Dra. Martínez dice que se debe hacer más investigación sobre este tema, especialmente en relación con las mujeres más jóvenes. El estudio de JAMA Open Network solo examinó a mujeres posmenopáusicas.

Mientras tanto, “debemos centrarnos en los métodos de prevención y mejorar nuestros estilos de vida”, agrega. «Hacer ejercicio, dormir lo suficiente, comer una dieta saludable, no fumar y reducir el estrés siguen siendo importantes.”


Headshot of Ana Veciana, author (2023)

Ana Veciana-Suarez es colaboradora habitual de University of Miami Health System. Es autora y periodista reconocida que trabajó en The Miami Herald, The Miami News y The Palm Beach Post. Visite su sitio web en anavecianasuarez.com o sígala en Twitter: @AnaVeciana.


Tags: atención médica integrada, cuidado del cáncer de mama, enfermedad cardiovascular, mujeres y salud cardiovascular, Sylvester Comprehensive Cancer Center

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