Cinco maneras en que las festividades son buenas para la salud
Todos hemos escuchado (y experimentado) cómo la época de festividades puede ser agotadora emocional, mental y físicamente. Pero, ¿ha notado que esta época del año también puede ser reconfortante, rejuvenecedora y productiva?
Disfrute de su tiempo libre.
Ojalá tenga un descanso del trabajo por unos días. Si tiene suerte, es posible que pueda tomarse unas vacaciones antes de que arranque el nuevo año.
Este descanso puede darle tiempo adicional para realizar lo siguiente:
- Emprender algunos proyectos divertidos con su pareja o sus hijos.
- Socializar y conectarse con amigos y familiares.
- Ponerse al día con el sueño.
- Practicar un pasatiempo que disfrute.
- Salir a dar paseos con su perro.
Si bien esto puede parecer un uso frívolo de su tiempo, no se puede negar que la recreación y la relajación son fundamentales para su equilibrio entre el trabajo y la vida personal y su salud mental. Duerma lo suficiente y de calidad para respaldar la función cerebral, la memoria y el sistema inmunológico, y promover un estado de ánimo positivo.
Salga de su rutina.
Las experiencias novedosas no sólo son divertidas y emocionantes, sino que también facilitan el aprendizaje y ayudan a crear nuevas vías neuronales que respaldan la salud del cerebro y un estado de ánimo positivo.
Utilice este descanso de su rutina diaria para realizar lo siguiente:
- Explorar una nueva parte de su vecindario o ciudad.
- Ir de campamento o de excursión cuando normalmente está en el trabajo.
- Probar una nueva rutina matutina o antes de acostarse para ver cómo le hace sentir.
- Probar una nueva forma de hacer ejercicio.
- Añadir 10 minutos de meditación a su día.
- Salir a comer pizza con la familia en lugar de pedir comida a domicilio y comer frente al televisor.
- Caminar a algún lugar en vez de conducir.
Adoptar o comenzar una tradición festiva
Participar en tradiciones anuales con familiares y amigos ayuda a solidificar los vínculos sociales y le brinda algo que esperar durante todo el año. Las tradiciones no tienen por qué ser religiosas ni siquiera tener un tema festivo, si eso no le interesa.
Al comenzar una nueva tradición, considere para qué usted, sus amigos y familiares desearían tener más tiempo. Quizás no logre satisfacer a personas de todas las edades con una sola tradición, pero hacerlo juntos puede hacer que se sientan incluidos, valorados y amados.
Considere incorporar estas tradiciones en sus vacaciones:
- Salir a correr, caminar o hacer senderismo juntos.
- Realizar un espectáculo de talentos en casa para que todos demuestren sus habilidades o creaciones.
- Crear una presentación de diapositivas o un álbum de recortes de las fotografías tomadas este año.
- Participar en juegos accesibles para todos.
- Plantar un árbol que pueda visitar año tras año.
- Ofrecerse como voluntarios, donar juntos o elegir una organización sin fines de lucro a la que todos puedan respaldar.
- Crear algo juntos (una obra de arte, una canción o poema originales, un juego).
- Escribir cartas anónimas entre ustedes.
- Cada año, uno de ustedes (incluidos los niños) decide dentro de lo razonable qué hacen como grupo durante un par de horas.
Reevalúe sus prioridades.
Aproveche su tiempo libre, el cambio de clima y este cambio en su rutina diaria para hacer un balance de su vida. Piense un poco en cómo se ha sentido en general este año. ¿A qué le dedicó la mayor parte de su tiempo? ¿Qué descuidó, ignoró u olvidó? ¿A qué le quiere dedicar más tiempo para el próximo año y para los años venideros? ¿Qué le hace sentir realizado?
No necesariamente tiene que hacer grandes cambios para generar un impacto importante en su bienestar general. Determine lo que le importa y elabore un plan para lograrlo.
Puede que le resulte útil realizar lo siguiente:
- Escribirlo. Buscar las palabras para expresar lo que quiere y cómo espera que le haga sentir.
- Identificar pasos pequeños y alcanzables que pueda dar para hacer realidad sus prioridades.
- Compartir estas ideas con alguien en quien confíe, lo que puede ayudarle a responsabilizarse.
- Tomarse un respiro si no puede cambiar las prioridades de su vida tan rápido como le gustaría.
- Pasar menos tiempo en las redes sociales para poder utilizar ese tiempo a su favor.
Sea un poco indulgente.
Cuando algo se hace con intención y atención plena, ser indulgente puede resultar reconfortante y gratificante. En estas festividades, permítase disfrutar de algo con plenitud (por tiempo limitado y de forma segura) sin sentirse culpable.
La indulgencia puede parecerse a cualquier actividad placentera que prefiera:
- Comer comida reconfortante decadente.
- Tomarse un relajante baño de burbujas.
- Disfrutar de su programa favorito.
- Dar regalos a personas especiales en su vida.
- Mimar a sus seres queridos.
- Consentirse de vez en cuando.
- Embellezer su hogar.
- Cocinar u hornear algo que le encanta pero que rara vez tiene tiempo de hacer.
- Dedicar toda una tarde a leer por placer.
Dana Kantrowitz es escritora colaboradora del servicio de noticias de UHealth. Contenido médico revisado por E. Robert Schwartz, M.D., médico especializado en medicina familiar de UHealth.
