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Ayude a los niños a desarrollar una relación saludable con la comida

8 min read  |  enero 10, 2023  | 
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Cuando los padres acuden a Christy Gardner, M.S., RD, LD/N, la comida es un tema tenso. Las comidas que deberían sostener, nutrir y alimentar causan crisis y dolencias físicas.

“Las familias acuden a mí porque hay un problema con la nutrición de sus hijos”, explica Gardner, dietista clínica pediátrica de University of Miami Health System. “Veo pacientes con condiciones que son controladas por nuestros gastroenterólogos pediátricos. Nuestro equipo también atiende a niños con obesidad, retraso en el crecimiento y otros problemas relacionados con la nutrición”.

Según indica, es posible que su hijo no tenga un problema gastrointestinal, pero si no puede pasar la cena sin un desacuerdo, considere observar primero el comportamiento.

Por ejemplo, “cuando un niño es un quisquilloso, puede haber problemas de comportamiento subyacentes. Sin corregir el comportamiento, no podemos abordar la nutrición”.

Si las comidas se transforman en una lucha de poder, ya sea que su hijo come demasiado o muy poco, o su salud emocional o física se ve afectada por los hábitos alimenticios, la guía de Gardner puede ayudar.

Llegar a conocerse

Cuando las familias consultan a Gardner por primera vez (después de ser evaluadas por un gastroenterólogo para descartar condiciones médicas subyacentes), ella les dedica tiempo.

“Pregunto: ‘¿Qué te trae por aquí y cómo puedo ayudarte?’ Les pido que me relaten un día típico, con preguntas sobre cuándo y qué comen y cómo se sienten antes y después de una comida. Es un proceso colaborativo que me ayuda a diseñar un plan para esa familia”.

Ella consulta las pautas de la “División de responsabilidad en la alimentación” desarrolladas por Ellyn Satter, dietista y psicoterapeuta especializada en el tratamiento familiar de los trastornos alimentarios. Las pautas de Satter enseñan a los padres de niños sanos (o con dificultades) a ayudarlos a alimentarse bien desde la infancia hasta la adolescencia.

La comida es el combustible

Lo que consumimos determina nuestra salud, especialmente en los niños cuyos cuerpos aún están en desarrollo. Una dieta equilibrada de alimentos integrales y menos productos con alto contenido de grasa y azúcar y altamente procesados desarrolla un mejor cuerpo y, algunos dicen, un mejor cerebro. Un estudio reveló que el bienestar de los niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) e irritabilidad se beneficiaba enormemente de los suplementos de micronutrientes —los nutrientes que se encuentran en una dieta sana y equilibrada—. “No hay suficiente evidencia para afirmar que un alimento en particular afecta negativa o positivamente la conducta”, afirma Gardner.

Si bien la investigación que relaciona la dieta con el estado de ánimo aún es inclusiva, cualquier padre cuyo hijo experimente un bajón de azúcar después de comer un pastel, helado y dulces en una fiesta de cumpleaños, podría discrepar. Gardner está de acuerdo en que las golosinas de cumpleaños causan un “enorme aumento de glucosa” en el cuerpo, pero advierte contra la “comida menospreciada”. Las celebraciones son parte de la sociedad; un dulce ocasional está bien.

Estrategias para los padres

Al asesorar a los padres, Gardner comparte consejos para ayudarlos a establecer comportamientos dietéticos saludables desde el principio; otras sugerencias funcionan bien a cualquier edad.

“Cuanto más pequeño es el niño, más impactantes pueden ser los cambios. A medida que un niño crece, es más difícil imponer cambios”.

Modele un comportamiento saludable.

Considere sus hábitos de nutrición y cómo habla sobre los alimentos, la alimentación y su cuerpo. Los niños de todas las edades escuchan y aprenden de sus padres.

No sea un cocinero de pedido rápido.

Utilice los conceptos de “División de responsabilidad” cuando trate con “consumidores quisquillosos”. “Todos comemos lo mismo. Los niños no deberían imponer el menú. En otros lugares del mundo, las comidas para niños no existen”, dice Gardner. Si está preparando sopa y ensalada, no prepare una comida aparte de nuggets de pollo. Los niños mayores naturalmente quieren más autonomía; inclúyalos en la planificación y preparación de comidas para que se sientan involucrados.

Proporcione una estructura.

“Si los niños saben qué esperar, esto ayuda con el comportamiento”, comenta Gardner. En la medida de lo posible, sirva las comidas a la misma hora y en el mismo lugar todos los días. Establezca un ritmo y una rutina a la hora de comer.

Elimine las distracciones.

Convierta la mesa en una zona “libre de teléfono”. La televisión, los teléfonos móviles y otros dispositivos digitales distraen a todos de su plato. Anime a comer conscientemente en la mesa y evite comer en el sofá.

Ofrezca una exposición repetida.

Algunos niños no comen verduras ni prueban nada nuevo. Proporcionar nuevos alimentos regularmente familiariza a los niños con la comida y puede hacer que estén dispuestos a probar un bocado.

“Ampliar el paladar de su familia tiene que ver con la exposición repetida. No se sienta derrotado si su hijo no es receptivo. Se necesita paciencia”.

Según Gardner, es necesario ampliar los horizontes alimentarios de los niños al conversar sobre lo que contiene el plato. “Pregunte: ‘¿Cómo se siente esa comida en tu mano? ¿Cómo se sentiría en tu boca?’”.

Organice un juego para probar cosas nuevas.

Atraiga la curiosidad natural y el juego de los niños agregando diversión a las comidas familiares. ¿Su hijo no come nada de color verde? Tal vez prueben el brócoli si los invita a comer los “arbolitos”. El apio relleno con mantequilla de maní y algunas pasas de uva por encima se convierte en un refrigerio saludable llamado “hormigas en un tronco”.

Sea creativo.

Si su hijo se niega a comer cualquier cosa que se parezca a frutas o verduras, mezcle un puñado de espinacas y bayas en una licuadora con leche o leche de nueces para un batido de desayuno. ¿A quién no le gustan los tacos? Lechuga, tomate y frijoles dentro de un taco es una mini ensalada disfrazada. Puede agregar espinacas a su receta de lasaña favorita o añadir puré de manzanas, zanahorias ralladas o calabacín a una mezcla para muffins.

Combine con proteínas.

Empaque refrigerios balanceados para la escuela.

“Muchos niños llevan una fruta o una bolsa de papas fritas o galletas. Para hacer que su metabolismo funcione de la manera más eficiente posible, equilibre el refrigerio de azúcar o carbohidratos con proteínas como yogur, frutos secos, mantequilla de maní o queso. Aunque no la coman o coman solo un bocado, la proteína estará presente”.

Involúcrese y comprométase.

Al presentar algo nuevo o diferente, pregunte: “¿Cuál es el mejor momento del día para probar esto?”

Los niños que participan en la elección y preparación de alimentos pueden ser más receptivos, según Gardner. El enfoque varía según la edad.

“Puede preguntarle a su hijo: ‘¿Qué fruta o verdura nueva vamos a probar esta semana?’. O pídales que ayuden con las compras de alimentos, la planificación de comidas, la búsqueda de recetas o la preparación de alimentos”.

Cuando su hijo tenga la edad suficiente para alimentarse solo, permita que lo haga.

No compare.

Evite expresiones como… “¿Por qué no puedes ser como tu hermana? ¡Ella no es quisquillosa con la comida!”, esto crea resistencia y vergüenza en torno a la comida. Evite las comparaciones.

Ajústese a su presupuesto.

“La inseguridad alimentaria está asociada con la mala salud. Las que deben elegir entre pagar el alquiler o comprar alimentos saludables pueden sentir vergüenza por la inseguridad alimentaria. Todos los profesionales de la salud deben evaluar el acceso a los alimentos y la inseguridad y abordar a las familias que necesitan recursos”, afirma Gardner.

Las familias que deben seguir un presupuesto pueden agregar nutrición a su dieta con variedad de opciones enlatadas o congeladas asequibles. Lea más consejos económicos aquí.

Si su hijo tiene una afección gastrointestinal y se beneficiaría con la consulta a médico y dietista, llame al 305-243-3166.


Nancy Moreland suele colaborar con UMiami Health News. Escribió artículos para numerosos y reconocidos sistemas de atención médica y para los CDC. Sus artículos también aparecen en Chicago Tribune y US News & World Report.


Tags: alimentación saludable, Christy Gardner, comensales quisquillosos, comer sano, cuidado de la nutrición en Miami, niños sanos

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