Consejos de hidratación: Un recorrido por las opciones

Desde la infancia, podemos recordar la importancia de la hidratación para nuestra salud. Las páginas en los libros de texto de ciencias de la escuela primaria presentan los beneficios del agua, con gráficos que muestran que el cuerpo humano está compuesto aproximadamente por un 60% de agua y la cantidad recomendada de ocho vasos al día.

Sin embargo, los libros de texto no tuvieron en cuenta que hay muchas opciones disponibles para mantenerse hidratado. De hecho, el mercado de venta de agua se ha saturado de opciones para comprar, como agua inteligente, agua mineral, agua con vitaminas e incluso agua saborizada.

Tácticas de marketing vs. la verdad sobre el agua

“Estas opciones de agua inteligente y con vitaminas pueden parecer una buena elección, pero muchas veces ya obtenemos estos beneficios adicionales a través de alimentos sólidos”, afirma Diego Alejandro Garzon, dietista registrado en University of Miami Health System.

“Tenga cuidado con las muchas alternativas de agua, ya que algunas pueden tener azúcares añadidos y ser más beneficiosas si está físicamente activo en lugar de sedentario”.

Si decide consumir este tipo de agua, asegúrese siempre de conocer las condiciones de salud existentes que pueden afectar. Los electrolitos agregados, incluido el sodio o el azúcar, pueden acumularse si ese es el único tipo de agua que consume diariamente.

¿Qué pasa con el agua filtrada, destilada o de manantial?

Si bien todas estas se incluyen dentro del grupo de agua simple, existe una diferencia en sus niveles de purificación.

Agua destilada es un tipo de agua purificada que elimina contaminantes y minerales naturales. Por el contrario, el agua de manantial se purifica mediante filtros naturales, como arenisca, arcilla y piedra caliza, todos muestreados y analizados para cumplir con los estándares de consumo de la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) y la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA).

“Para la mayoría de los adultos saludables, no hay necesidad de consumir un tipo específico de agua”, dice Garzon. “El consumo más regular, el agua del grifo o el agua de manantial son buenas opciones, ya que tienden a contener minerales y electrolitos importantes que pueden faltar en la dieta de las personas”.

¿Dónde se ubica el agua saborizada en el espectro de salud?

En sobres o en forma líquida, el agua saborizada se ha comercializado como una forma atractiva de consumir agua al cambiar su color y sabor. Esta forma de agua puede beneficiar a aquellos a los que no les gusta el sabor del agua normal o que buscan variar un poco las cosas.

“Si bien existen algunas aguas saborizadas/mejoradas excelentes, es importante estar consciente de las aguas que pueden contener azúcares añadidos”, dijo Garzon. “Asegurarnos de que estamos leyendo la etiqueta de alimentos de estas bebidas es importante”.

Cuando se trata de consumo de agua, no existe un enfoque único para todos.

Manténgase atento a las señales de su cuerpo, ya sea a través de botellas de agua que registran su consumo de agua, bebiendo ocho vasos al día o cada vez que sienta sed.

Los diferentes tipos pueden tener beneficios adicionales, como electrolitos para un rendimiento óptimo o brindar una forma más placentera de consumir agua. Todos estos son seguros con moderación y conciencia de cualquier condición física existente, como enfermedad renal crónica, insuficiencia cardíaca y diabetes.

Además, es importante recordar que también obtenemos agua de los alimentos que comemos, lo que enfatiza el valor de algunas frutas y verduras, especialmente si están crudas.

“El objetivo principal de la hidratación es convertirla en una prioridad en el día a día”, afirmó Garzon. “Consiga una botella de agua grande, llénela con un poco de hielo, agregue un poco de fruta fresca a su gusto y disfrute de un día refrescante con moderación”.

Joseph Garcia es especialista en comunicaciones en UHealth.

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