Dispositivo en el cerebro ayuda a paciente con Parkinson a recuperar movilidad
Aunque Antonio López hoy puede caminar y moverse normalmente, esto no fue siempre así.
“No podía escribir, no podía comer, no podía bañarme”, dice Antonio, quien sufre de la enfermedad de Parkinson desde los 48 años.
Sus síntomas empeoraban a medida que pasaba el tiempo, por lo que consultó a Henry P. Moore, M.D., neurólogo especializado en trastornos del movimiento en UHealth- the University of Miami Health System and the Miller School of Medicine.
“La enfermedad de Parkinson es irreversible y progresa lentamente debido a la pérdida de las neuronas productoras de una sustancia neurotransmisora que regula los movimientos musculares llamada dopamina”, afirma el neurólogo.
“La falta de dopamina hace que el paciente comience a tener rigidez, movimientos lentos y temblores, especialmente en reposo”, agrega.
Antonio relata que le era imposible levantar su brazo derecho y que llegó un momento en que tenía dificultad con ambos.
“Dependía de mi esposa para todo”, afirma.
“Cuando Antonio nos visitó en 2012 presentó rigidez y lentitud en su hemicuerpo derecho”, dice el neurólogo.
La vida de Antonio parecería que se detuvo mientras sufría, además de los síntomas relacionados con el movimiento, depresión, insomnio y falta de apetito. “Llegué a bajar cerca de 70 libras en esa época”, dice Antonio, quien agrega que el Parkinson le afectó hasta el punto de perder muchos bienes que poseía.
“Es una enfermedad que no te mata, pero si no te la atiendes a tiempo te puede crear graves consecuencias para tu vida”, afirma Antonio.
A la larga, los medicamentos para compensar el déficit de dopamina dejaron de controlar los síntomas y le causaban disquinesias o movimientos involuntarios muy molestos.
Ante esta situación, el Dr. Moore le recomendó un revolucionario procedimiento quirúrgico: la estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés) para aliviar los síntomas motores.
“La DBS es un procedimiento mínimamente invasivo que ayuda a restablecer las señales cerebrales defectuosas que causan temblores, rigidez y lentitud”, dice el Dr. Moore.
En la primera parte del procedimiento los neurocirujanos implantan, en una parte específica del cerebro, electrodos que entregan energía eléctrica para interrumpir las señales irregulares. Por lo general, se coloca un electrodo en cada lado del cerebro para tratar los síntomas en ambas partes del cuerpo.
Unas semanas después, se realiza el segundo paso del procedimiento que consiste en colocar un dispositivo o estimulador similar a un pequeño marcapaso por debajo de la piel en la parte superior del pecho. Este dispositivo se conecta a los electrodos del cerebro a través de un cable que se extiende por debajo de la piel.
En el consultorio, el neurólogo configura la cantidad de estimulación que va a recibir el paciente a lo largo del día y la noche.
Los sistemas de estimulación cerebral están evolucionando de forma que el paciente en un futuro cercano no va a tener que visitar a su neurólogo cuando sea necesario ajustar la corriente para aliviar los síntomas.
“Los sistemas Close Loop o de bucle cerrado son el futuro de la estimulación cerebral profunda”, dice el Dr. Moore. “Ellos utilizan la retroalimentación para ajustar la terapia en tiempo real sin intervención del médico”.
Las personas que típicamente califican para una DBS son:
- pacientes con diagnóstico de enfermedad de Parkinson en los que no existen problemas cognitivos severos o desordenes psiquiátricos no controlados;
- pacientes con temblores incontrolables e incapacitantes que no responden a los medicamentos para el Parkinson;
- pacientes con graves fluctuaciones motoras que no se logran controlar con ajustes en los medicamentos, y/o pacientes que durante el día experimentan movimientos involuntarios molestos llamados discinesias que no responden a ajustes en los medicamentos.
Después de la cirugía, Antonio toma menos medicamentos y sus movimientos involuntarios desaparecieron completamente. “La cirugía es lo mejor que me ha pasado en la vida. Fue una cosa increíble”, afirma.
Hoy él puede disfrutar junto a su familia mientras convive con el Parkinson.
“Pensé que este momento nunca iba a llegar y recomiendo que, si alguien reúne los parámetros para la DBS, se someta a la cirugía con un neurocirujano con vasta experiencia”, afirma Antonio.
Henry Moore, M.D. es un neurólogo que se especializa en trastornos del movimiento en UHealth, the University of Miami Health System and the Miller School of Medicine. Para obtener información sobre tratamientos para la enfermedad de Parkinson, haga clic aquí.
Escrito y producido por Shirley Ravachi para ‘Cuidando Su Salud’, una serie de historias relacionadas con la atención médica que se transmiten regularmente en Telemundo 51. Para más historias como esta, visite el canal de YouTube de UHealth.
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