Los mangos y sus beneficios para la salud
Esta fruta tropical contiene un tesoro oculto de nutrientes.
¿Hay algo más delicioso que un mango? Felizmente, los habitantes del sur de la Florida no tienen que conformarse con las rocas verdes inmaduras que se hacen pasar por mangos y se venden en los supermercados. De mayo a octubre, estas jugosas gemas maduran en nuestro propio patio trasero (o quizás en el de su vecino).
Brillante como un atardecer tropical, esta fruta es tan nutritiva como deliciosa. El poderoso mango contiene vitamina C para aumentar la inmunidad, vitamina B-6 para ayudar a dormir, fibra para mejorar la salud intestinal y prevenir el cáncer de colon y carotenoides que combaten la degeneración macular asociada con la edad. También tiene mangiferina, un compuesto bioactivo al que algunos investigadores atribuyen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, anticancerígenas y antidiabéticas.
Antes de darse un atracón de esta o cualquier otra fruta, considere el consejo de Lesley Klein, M.S., RD, LD/N, nutricionista registrada y dietista en oncología clínica en Sylvester Comprehensive Cancer Center.
Para poner en perspectiva los beneficios para la salud de los mangos, Klein utiliza el ejemplo de los carotenoides.
Sus propiedades antioxidantes, que se encuentran en los alimentos de color naranja, rojo y amarillo, promueven la salud ocular y cardíaca y ayudan a combatir el cáncer.
“Un mango contiene 48 microgramos de carotenoides; se ha demostrado que 61 miligramos de carotenoides reducen la degeneración macular en un 41 %, pero se necesitarían 1,000 microgramos, o una tonelada de mangos, para obtener 61 miligramos”.
Aun así, Klein, amante del mango, explica: “Hay muchos beneficios para la salud relacionados con los mangos; son un superalimento cuando forman parte de una dieta equilibrada”.
Coma un arcoíris de colores
Si bien no es posible comer suficientes mangos para prevenir la degeneración macular, puede promover su salud general al incluir muchos alimentos de color naranja, rojo y amarillo en sus platos, como zanahorias, cúrcuma, pimientos o papaya. Klein denomina a este enfoque “comer un arcoíris de colores”.
Según el color, la comida tiene diferentes beneficios.
“Las cebollas moradas son buenas para la salud del corazón, al igual que los alimentos blancos y marrones, como la canela, el jengibre, el hummus y las chirivías. Juego con los colores cuando preparo la comida”.
Todo con moderación
Hay una advertencia a este enfoque colorido.
“Más no es necesariamente bueno”, indica Klein.
Comer demasiado de un alimento puede producir desequilibrios en el cuerpo. Al consumir demasiados mangos, zanahorias u otros alimentos ricos en carotenoides solubles en grasa, su cuerpo puede acumular niveles no saludables de vitamina A.
¿Qué pasa con el contenido de azúcar de los mangos?
Incluso los diabéticos pueden disfrutar de la sabrosa dulzura de los mangos con moderación. Para explicar cómo funciona esto, Klein se refiere al índice glucémico, que mide cómo los alimentos afectan los niveles de azúcar en la sangre.
“Un valor menor de 55 se considera bajo índice glucémico; los mangos ocupan el puesto 51”, explica Klein.
Media taza (del tamaño de una manzana pequeña o media banana) es una porción saludable de mango o cualquier fruta. Más allá de que sea diabético o no, “cuando se trata de fruta, no coma más de dos o tres porciones por día”, recomienda Klein.
Su recomendación lo ayudará a moderar la cantidad de fructosa (el azúcar que se encuentra en la fruta) y los carbohidratos que consume. (Media taza de mango contiene 12.5 gramos de carbohidratos).
“Los carbohidratos afectan el azúcar en la sangre; si los consume en exceso, el nivel de azúcar en la sangre aumentará y, luego, disminuirá rápidamente. Nunca comería fruta sola; la combinaría con una proteína, como frutos secos, yogur griego (sin azúcar) o un huevo duro para evitar el pico de azúcar. Siempre debe combinar proteína con un carbohidrato”, explica Klein.
Como dietista oncológica y alguien que vive con linfoma de células del manto, Klein es muy consciente del papel que desempeña la dieta en la prevención y recuperación del cáncer. Ella también reconoce las limitaciones.
Los mangos cubren muchas bases nutricionales.
Sin embargo, hay límites en cuanto a lo que el mango o cualquier superalimento pueden hacer.
“Si mi cuerpo es un jardín y el cáncer es una mala hierba, quiero nutrir ese jardín con alimentos saludables y erradicar esa mala hierba acudiendo a los expertos de University of Miami. Siempre soñé con trabajar en un centro oncológico designado por el Instituto Nacional de la Salud (NCI), porque hay más ensayos de investigación, más opciones y mejores resultados disponibles para los pacientes”, asegura Klein.
Con la ayuda de dietistas oncológicos como Klein, los pacientes de Sylvester ajustan sus hábitos alimenticios en beneficio de su salud, especialmente cuando se someten a un tratamiento contra el cáncer. El resto de nosotros podemos aprender de un resumen de las pautas de Klein:
- Consuma una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos saludables de los “colores del arcoíris”.
- Coma todos los alimentos con moderación.
- Combine siempre fruta con proteína.
- No coma más de dos o tres porciones de fruta al día.
- Incorpore hábitos alimenticios saludables lo antes posible en la vida.
Las personas con un diagnóstico de cáncer que deseen obtener más información sobre los servicios de nutrición clínica de Sylvester pueden llamar a Servicios de Apoyo para Personas con Cáncer al 305-243-4129.
Nancy Moreland suele colaborar con UMiami Health News. Escribió artículos para numerosos y reconocidos sistemas de atención médica y para los CDC. Sus artículos también aparecen en Chicago Tribune y US News & World Report.
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