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Los niños que comen alimentos muy procesados son más propensos a aumentar de peso

13 min read  |  septiembre 27, 2021  | 
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Según un reciente estudio británico, los niños que comían una gran cantidad de alimentos muy procesados aumentaron, con más rapidez, su peso e índice de masa corporal (IMC) en comparación con aquellos que comían menos. “Estos resultados se hacen eco de muchos estudios anteriores en los que también se demostró que la alimentación con alto contenido de alimentos ultraprocesados tienden a asociarse con el sobrepeso o la obesidad de las personas”, afirma Rajesh Kumar Garg, M.D., endocrinólogo y director de la Comprehensive Diabetes Center del University of Miami Health System.

“Se observó que tanto los niños como los adultos que consumen muchos de estos alimentos industrializados tienen un mayor riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardíacas y varios tipos de cáncer”.

Algunos ejemplos de alimentos ultraprocesados son las cenas congeladas, los almuerzos todo en uno, las bebidas azucaradas, los embutidos y los perritos calientes envasados, las tartas, galletas y pasteles envasados, y la mayoría de los aperitivos salados.

Un gran estudio durante un largo período

Entre 1998 y 2017, los investigadores británicos hicieron un seguimiento de la salud de 9,025 niños: la mitad niños y la mitad niñas. A los 7, 10 y 13 años, las familias presentaron diarios alimentarios de 3 días en los que se detallaba lo que comían los niños.

Una vez al año, entre los 7 y 24 años de los niños, los investigadores recopilaron datos relacionados con el peso de cada uno. Las mediciones incluían el peso, el IMC, el tamaño de la cintura y la cantidad de grasa y tejido magro de su cuerpo.

La ingesta de alimentos ultraprocesados varía mucho

“Al inicio del estudio, el equipo de investigación dividió a los niños en cinco grupos, en función de la cantidad de alimentos ultraprocesados que comían”, afirmó el Dr. Garg. Los que menos comían, que pertenecían al grupo 1, obtuvieron alrededor del 23 % de sus calorías diarias totales de alimentos ultraprocesados.

Los niños del grupo 2 obtuvieron cerca del 35 %; los del grupo 3, el 43 %; los del grupo 4, el 53 %. Los jóvenes del grupo 5 obtuvieron cerca del 68 % de sus calorías de alimentos ultraprocesados, casi tres veces más que los niños del grupo 1.

Más cantidad de alimentos industrializados se tradujo en un aumento más rápido de peso y circunferencia

Los investigadores compararon el peso obtenido por año entre los niños que comían menos alimentos ultraprocesados con el de los niños que comían más. Los que comían más aumentaron casi media libra más cada año que los que comían menos. “En general, en los años de la infancia y la adolescencia, se puede aumentar mucho de peso”, afirma el Dr. Garg.

El tamaño de la cintura de los que comían más creció tres cuartos de pulgada más al año en comparación con los que comían menos.

Posibles vías para comer en exceso y otros problemas de salud

Los motivos exactos de la relación entre el alto consumo de alimentos ultraprocesados y la obesidad no están claros. “Según algunas pruebas, se indica que las hormonas que controlan nuestro metabolismo se ven alteradas por determinadas sustancias químicas de estos alimentos”, afirma el Dr. Garg. Estas dos hormonas trabajan en equipo para mantener las concentraciones de azúcar en sangre en un intervalo saludable y ambas parecen verse alteradas por determinados aditivos alimentarios.

Parece que los alimentos muy procesados se elaboraron para fomentar el consumo excesivo, según se demostró en una investigación publicada en la revista Cell Metabolism.

La naturaleza de estos alimentos no naturales

“Los fabricantes quieren que los productos sean sabrosos, baratos y prácticos, y que se conserven durante mucho tiempo… también que tengan un aspecto y un sabor atractivos”, afirma el Dr. Garg. Para ello, añaden colorantes, aromatizantes, edulcorantes y espesantes artificiales mientras elaboran productos que muchas personas compran.

“Estos productos tienden a ser altos en calorías, azúcar, sal y grasa, y bajos en términos de nutrición”, afirma el Dr. Garg. Por lo general, contienen poca o nada de fibra, vitaminas y minerales, y otras sustancias beneficiosas para la salud, como los antioxidantes.

Los alimentos ultraprocesados no se elaboraron para ser saludables

“La mayoría de los fabricantes de alimentos no se centran en lo saludables que son sus productos”, afirma el Dr. Garg. Depende de nosotros, como consumidores y como padres, elegir los alimentos con sabiduría.

Tenemos que conocer la diferencia entre los alimentos saludables y los que carecen de valor real e incluyen ingredientes artificiales que debemos evitar. La mayoría de los estadounidenses tienen que mejorar, porque, hoy en día, el 58 % de las calorías de los habitantes de Estados Unidos proceden de alimentos ultraprocesados.

¿Prefiere un procesamiento mínimo? No hay problema

¿Sabían que algunos alimentos, como las frutas y verduras, los pescados, las carnes y las aves de corral frescos, no se procesan?

“Cuantos más alimentos frescos y menos procesados coman usted y su familia, mejor”, afirma el Dr. Garg.

Muchos alimentos saludables, aunque se procesen solo un poco, conservan sus nutrientes y tienen pocos o ningún ingrediente añadido.

Ejemplos:

  • Zanahorias baby
  • Hongos en rodajas
  • Flores cortadas de brócoli
  • Otros productos listos para cocinar

Muchos productos estándar de la tienda de comestibles, como el pescado, las alubias y las verduras enlatadas, y los productos congelados, se trataron de forma que bloquean los nutrientes y prolongan su vida útil. Las pastas y los fideos pertenecen a esta categoría, pero solo contienen unos pocos ingredientes no procesados y naturales, y los seres humanos los consumen desde hace miles de años.

El pan recién horneado se encuentra en esta franja intermedia de alimentos más procesados. Antes de llenar el carro de compras con estos productos, pregúntese si su bisabuela los habría comido o no, dice. Si lo hubiera hecho, quizás sea una opción razonable.

Si no puede pronunciar los ingredientes, piénselo dos veces

Fíjese en los ingredientes de una de las principales marcas de mortadela. Los dos primeros ingredientes son carne de res y agua. Hasta ahí todo bien, ¿no? Pero ¿qué viene después? Jarabe de maíz, sal, lactato de potasio, dextrosa, lactato de sodio, fosfatos de sodio, diacetato de sodio, ascorbato de sodio y nitrito de sodio. ¿Quiere poner todas esas sustancias químicas en el sándwich de su hijo?

Los cinco tipos diferentes de sodio son todos sales, y la mayoría de los estadounidenses ya consumen demasiada sal, lo que contribuye a la hipertensión arterial.

“A lo largo de la historia de la humanidad, las personas no han consumido este tipo de aditivos químicos, y a todos nos conviene no hacerlo tampoco, o, al menos, lo menos posible”, afirma el Dr. Garg.

Es poco práctico evitar todos los aditivos alimentarios. Tampoco es necesario. Puede aprender la diferencia con esta lista de aditivos alimentarios del Center for Science in the Public Interest.

El sobrepeso y la obesidad afectan, sobre todo, a los niños de color

“Según los datos de EE. UU., los niños hispanos y latinos de nuestro país tienen casi el doble de probabilidades de ser obesos que los niños blancos no hispanos”, afirma el Dr. Garg. “Es un problema que afecta al 10 % de los niños blancos y a casi el 20 % de los niños hispanos”.

El sobrepeso y la obesidad son también problemas muy acuciantes para los estadounidenses de raza negra, con tasas mucho más altas entre los niños negros que entre sus compañeros blancos. Según la Oficina de Salud de las Minorías de EE. UU., las niñas de raza negra no hispanas de 6 a 11 años tienen más del doble de probabilidades que las niñas de raza blanca de su edad de tener sobrepeso u obesidad. Los niños de raza negra de este grupo etario también corren un mayor riesgo, aunque su riesgo no es tan drástico como el de las niñas negras.

Alimentos ultraprocesados y mayor riesgo de enfermedades graves

Los niños suelen mantener los modelos alimentarios de su juventud. Mientras tanto, surgieron muchos vínculos entre el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares y de muerte, y el alto consumo de alimentos ultraprocesados. “También se detectó un mayor riesgo de padecer varios tipos de cáncer en las personas que consumen en exceso alimentos ultraprocesados”, afirma el Dr. Garg.

El riesgo de cáncer aumenta para los aficionados a los alimentos ultraprocesados. En un estudio, se analizaron las asociaciones entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y los riesgos de cáncer en unos 105,000 adultos. “Estos investigadores británicos descubrieron que, por cada aumento del 10 % en la ingesta de alimentos ultraprocesados de una persona, se producía un aumento de más del 10 % en su riesgo general de padecer cáncer y en su riesgo de padecer cáncer de mama”, afirma el Dr. Garg.

Algunos investigadores italianos estudiaron la relación entre la ingesta de alto contenido de alimentos ultraprocesados y la muerte por cualquier causa en un grupo de unos 22,500 adultos a los que siguieron durante ocho años. Los adultos que comían la mayor cantidad de alimentos ultraprocesados presentaban mayores tasas de mortalidad por enfermedades cardíacas y todos los demás problemas, en comparación con las personas que comían menos.

Abandone por completo estos alimentos

“Los refrescos y muchos alimentos endulzados con jarabe de maíz de alta fructosa no tienen ningún valor”, afirma el Dr. Garg. Recomienda que usted y sus hijos beban agua para saciar la sed y que elijan fruta fresca si están antojados de un tentempié dulce. “Para evitarlos, solo alcanza con no llevar a casa papas fritas, dulces y galletas”, afirma.

La mayoría de los supermercados disponen de alimentos no procesados, como productos agrícolas, lácteos y carnes, en los pasillos exteriores de la tienda. Por ello, muchos nutricionistas aconsejan hacer la mayor parte de las compras en esos pasillos.

Consejos para ir de compras y cocinar

Si no puede renunciar a los cómodos alimentos ultraprocesados que no le exigen ningún trabajo, puede que tenga que ajustar su forma de pensar sobre la comida y de gastar su tiempo y su dinero. Algunos alimentos frescos, como las bayas y los hongos, pueden ser relativamente costosos, pero no todos los alimentos saludables tienen un precio elevado.

Las zanahorias, los boniatos, las coles y los repollos están repletos de nutrientes, y ¡los consigue a un precio razonable! Estos son precisamente los tipos de alimentos de colores vivos que los nutricionistas nos instan a consumir a diario. El arroz y las alubias, la pasta con verduras en la salsa y las sopas y guisos con cortes de carne menos caros también pueden ser asequibles.

“Se necesita más tiempo y esfuerzo para preparar una comida saludable que para ir a un autoservicio de comida rápida”, afirma el Dr. Garg. “Pero, si hablamos de la salud de su familia para toda la vida, ¿qué merece más tiempo y atención?”.

Piense en alguna estrategia cuando cocine en casa: planifique las sobras para reducir el tiempo en la cocina. “Una gran olla de sopa o una lasaña pueden durar días y mejorar con el tiempo”, afirma el Dr. Garg. Hoy en día, muchas verduras vienen cortadas y listas para asar o cocinar al vapor, sin apenas tener que cortarlas o prepararlas.

“No espere que su familia comience a comer sano de una vez”, afirma el Dr. Garg.

“Cambiar hábitos requiere compromiso, tiempo y esfuerzo”. Quizá pueda limitar la comida rápida a una o dos comidas a la semana, al principio, y luego, reducirla aún más.

Si sale con sus hijos a comer comida rápida, elija opciones más saludables. “Evite los alimentos fritos, como las papas fritas y los aros de cebolla, y pida porciones pequeñas”, afirma el Dr. Garg. “No compre refrescos. En su lugar, compre leche descremada o baja en grasa, o beba agua”.

Como plato principal, opte por un sándwich de pollo a la plancha en lugar de una hamburguesa para reducir las calorías y la grasa.

Haga partícipes a los niños

Con la debida supervisión, los niños pueden ser de gran ayuda en la cocina”, afirma el Dr. Garg. “Y cocinar puede ser un momento para que practiquen la lectura y las matemáticas”. Es probable que les interesen mucho los platos que ayudaron a preparar, incluso los más saludables, añade.

Si tiene espacio, puede crear una huerta que usted y su hijo puedan cultivar. Incluso unas cuantas macetas en el alféizar de una ventana soleada donde su hijo cuide algunos plantones de hierbas puede ser un proyecto emocionante.

Adopte una visión a largo plazo

“Está bastante demostrado que los niños obesos se convierten en adultos obesos”, afirma el Dr. Garg. “Tienen mayores grados de diabetes, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer que también están asociados a la obesidad”.

El deseo más profundo de la mayoría de los padres es que sus hijos tengan una vida larga, buena y sana. En muchos estudios, se demostró que cambiar los hábitos alimentarios a una edad avanzada es problemático para las personas. No obstante, en las investigaciones también se demuestra que la infancia es el momento adecuado para establecer modelos alimentarios saludables que promuevan la salud mental y física durante toda la vida.

Explore más, con la ayuda de la Academia Estadounidense de Pediatría.


Milly Dawson es escritora colaboradora de UMiami Health News.


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Tags: alimentos procesados, Dr. Rajesh Garg, elecciones alimentarias, Nutrición, salud infantil

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