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Los patrones de los padres prevalecen cuando se trata del peso de los niños

6 min read  |  enero 15, 2021  | 
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Usted, su hijo o ambos, ¿tienen problemas de peso?

¿Algunas veces representa demasiado esfuerzo lidiar con eso? ¿Cree que, en realidad, podría ser solo un problema estético?

Uno de cada cinco niños en los Estados Unidos califica como obeso. Como padre o madre, debe comprender que el factor más importante para determinar si su hijo tendrá o no un peso saludable o si crecerá con sobrepeso es usted. Las investigaciones lo confirmaron en reiteradas ocasiones.

“Los padres deben predicar con el ejemplo y hacer de la salud una forma de vida en sus hogares”, explica la Dra. Amanda Fifi, gastroenteróloga pediátrica y directora de nutrición pediátrica de University of Miami Health System. “Los padres no pueden mantener un estilo de vida y hábitos diferentes a los de sus hijos”, afirma. “Sería injusto que los padres bebieran refrescos y esperaran que sus hijos solo beban agua”.

“Tomar buenas decisiones sobre la alimentación y la actividad física no son solo cosas que los niños deben aprender a hacer”, indica. “Todos los miembros de la familia deben comer de la misma manera y en forma razonable, y todos deben estar en movimiento y mantenerse activos durante una parte del día”.

También aconseja que, una vez que los niños tienen la edad suficiente para ayudar, deben participar en la compra y la preparación de alimentos.

Concéntrese en sentirse bien, no en la apariencia o el peso

A medida que plantea formas nuevas y mejores de alimentación y actividad en la vida familiar, tenga cuidado de cómo explica los motivos de los cambios. Hable sobre los beneficios que pueden obtenerse para que todos se sientan más saludables y con más energía.

“Cuando hablo con pacientes con sobrepeso u obesidad sobre nuevas rutinas, hago hincapié en que el objetivo principal es que se sientan bien, que tengan una buena vida y que lleguen hasta los 99 años”, explica la Dra. Fifi. “Puedo agregar… ‘Por cierto, puede perder peso’, pero ese no es el enfoque principal”.

Adoptar este enfoque también es prudente, porque puede ayudar a evitar que los niños se preocupen de manera incorrecta por su peso y su cuerpo. Preocuparse en exceso por estos aspectos puede dar lugar a trastornos alimentarios. “Tratamos de mantener la salud mental en primer plano”, dice la Dra. Fifi. “La salud mental influye en la salud física y viceversa”.

Facilite las elecciones saludables

Siga estos consejos de la Dra. Fifi para que establecer hábitos saludables sea más natural y menos complicado para su familia:

Establezca patrones de alimentación saludables desde la infancia: “La gente encuentra lindos a los bebés gorditos”, explica. “Nadie se preocupa durante esa etapa. Pero si espera hasta que un niño tenga 11 o 12 años para establecer buenos hábitos, se convertirá en una discusión”, afirma la Dra. Fifi.

Es conveniente comenzar con las verduras antes de darle frutas a su bebé, para evitar que desarrolle una marcada preferencia temprana por los dulces.

Ofrezca a su familia muchas frutas y verduras frescas y cereales integrales (como avena y pan integral). Elija principalmente fuentes de proteínas magras, como pollo o pescado. Incluya también muchas proteínas de origen vegetal, como los frijoles. Limite el consumo de carnes rojas y, especialmente, evite las carnes procesadas (como mortadela, salami y tocino).

No dé jugo a los bebés o los niños

“Se necesita mucha fruta para hacer jugo. El jugo proporciona demasiadas calorías demasiado rápido”, indica. En cambio, dé a su hijo algunas bayas o rodajas de manzana y agua para beber.

“En nuestra casa no bebemos jugo”, comenta la Dra. Fifi, que tiene tres hijos pequeños. Al mismo tiempo, reconoce que sus hijos pueden beber jugo en las casas de sus amigos. Ese tipo de consumo ocasional de jugos u otros alimentos poco saludables no es tan importante si las rutinas alimentarias en casa son las correctas.

Reconozca su obligación de tomar medidas: Si su hijo ya no es un bebé o niño pequeño y tiene problemas de peso, prepárese para ser firme a la hora de hacer cambios saludables en las rutinas de su familia.

“Los padres me dirán que su hijo no quiere renunciar a ciertos alimentos que están acostumbrados a comer”, explica la Dra. Fifi. “Les digo: ‘Si su hijo tuviera cáncer, insistirían en que se sometiera a quimioterapia. Bueno, la obesidad mata a más personas que el cáncer’”.

Deje la comida chatarra en la tienda: Los padres le dicen a la Dra. Fifi que su hijo se sienta y se come una caja entera de galletas o una bolsa entera de snacks de queso. Su consejo: “En primer lugar, no compre esos alimentos”. Elimine las papas fritas, los dulces, los rollitos de frutas y otros alimentos azucarados muy procesados de su lista de compras, y no tendrá que imponerse frente al deseo de su hijo por ellos.

Mantenga a su familia en movimiento

Encuentre formas de incorporar la actividad física a su día y al de sus hijos sin titularlo como “ejercicio”, aconseja la Dra. Fifi.

“Ayude a los niños a hacer cosas útiles que los pongan en movimiento”, comenta. Pueden pasear al perro, quitar el polvo, barrer, aspirar el piso y hacer otras tareas de la casa. Bailen juntos.

Piense dos veces antes de tomar las llaves del automóvil para llevar a sus hijos a alguna parte. “¿Pueden caminar con seguridad hasta allí o ir en bicicleta?”, pregunta. Si pueden, pídales que lo hagan. Si son demasiado pequeños o no se siente cómodo enviándolos solos y el tiempo lo permite, camine o vaya en bicicleta con ellos.

Aliente a su hijo a unirse a un equipo deportivo escolar o comunitario.

Trabaje para construir una comunidad más saludable

Muchos niños viven en áreas sin lugares seguros para jugar al aire libre, caminar y andar en bicicleta. Si puede, busque formas de participar para mejorar su comunidad.

“Las políticas locales y escolares son de gran importancia en este tipo de temas”, indica la Dra. Fifi. “Quizás en la escuela hay un aro de baloncesto, pero está cerrado después de hora. Quizás se necesiten más aceras y espacios verdes”.

Sea un ciudadano comprometido. Únase a la Asociación de padres y maestros y promueva las actividades y los deportes. Vote por la junta escolar, los líderes locales, estatales y nacionales que dan prioridad a las necesidades de los niños.

Orientación adicional

Lea más sobre hábitos saludables para niños y familias en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.


Milly Dawson es escritora colaboradora de UMiami Health News.


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