Pacientes con cáncer: ¿Está bien consumir jugos?
Si los antioxidantes son buenos para nosotros, entonces deberíamos incorporar una gran cantidad en los alimentos y suplementos, ¿es así? No tan rápido, dice Lesley Klein, dietista de oncología clínica y gerente de nutrición clínica de Sylvester Comprehensive Cancer Center.
“Los antioxidantes, como los que obtenemos de las frutas y verduras, son buenos para nosotros, pero no debemos excedernos”.
Obtenga nutrientes de los alimentos que consume, afirma. Los suplementos pueden contener niveles mucho más elevados de antioxidantes de los que nuestro cuerpo puede procesar. Por lo general, les ofrece a sus pacientes una variedad de tipos de nutrientes que deberían incorporar, como gramos de proteína o antioxidantes, como betacaroteno.
Fanáticos de los jugos, tomen nota: pueden consumir cantidades excesivas de algo bueno.
Mientras que algunas personas asocian los jugos de fruta al 100 % con una alimentación saludable, a veces, estos contienen tanta azúcar como las gaseosas. Eso puede provocar el aumento de peso, lo que se ha relacionado con 12 tipos de cáncer diferentes, según el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research, AICR).
Coma la fruta entera, dice Klein. La fruta entera aporta fibra y otros nutrientes que no se encuentran en el jugo solo; pero, incluso así, debemos ser moderados. “Una alimentación con grandes cantidades de verduras es mejor para nosotros que una con grandes cantidades de frutas, nuevamente, debido a los azúcares simples. Una dieta equilibrada siempre es mejor que consumir demasiado de un solo tipo de alimento. Yo uso el arco iris como una analogía para fomentar el consumo de una variedad de distintos colores de alimentos de origen vegetal”.
Una causa alimentaria de la inflamación es el azúcar. Dado que las frutas y las verduras con almidón pueden tener un alto contenido de azúcar, Klein les dice a las personas que se inclinen por los alimentos de origen vegetal. Debemos obtener la mayoría de los carbohidratos de las verduras sin almidón y de pequeñas cantidades de frutas. “La inflamación a causa del azúcar puede aumentar la cantidad de radicales libres en el torrente sanguíneo. Esos radicales libres pueden provocar mutaciones en las células normales, lo que, a su vez, puede producir células cancerosas. Es por eso que debemos llevar una alimentación basada en verduras saludables para producir antioxidantes y así controlar esos radicales libres. Quizás no sea realista alentar a las personas a ser vegetarianas, pero podría resultarle más fácil seguir las pautas del AICR para el Nuevo Plato Americano. Debe cubrir dos tercios de su plato con alimentos de origen vegetal y un tercio con proteína animal”.
¿Y durante el tratamiento oncológico?
El equilibrio de antioxidantes y de radicales libres (átomos que atacan las células) en nuestro sistema cambia, según la situación. Cuando una persona está sana, debe tratar de llevar una alimentación que mantenga baja la cantidad de radicales libres.
Durante un tratamiento oncológico, la situación es diferente. Los radicales libres producidos durante el tratamiento oncológico pueden ayudar a localizar e incapacitar las células cancerosas, por lo que no querrá excederse con los antioxidantes en ese momento. “Durante un tratamiento de cáncer de seno, un nivel demasiado alto de antioxidantes, de hecho, puede interferir en la eficacia de la radiación o la quimioterapia”.
Si masticar y comer alimentos sólidos es un problema, Klein dice que una opción es hacerlos puré (mezcla). Esto puede ayudar a incorporar más porciones de verduras y frutas a una alimentación que ya es saludable, pero no jugo.
Hable con un dietista registrado sobre cómo satisfacer todas sus necesidades calóricas y proteicas, y mantenerse a salvo si tiene dificultades para deglutir. Evite excederse con los antioxidantes durante el tratamiento. Klein dice que, una vez finalizado el tratamiento, o por prevención, se pueden consumir jugos exprimidos con moderación.
Los expertos de la Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society), la Organización Mundial de la Salud (World Health Organization) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (United States Department of Agriculture) coinciden: seguir una alimentación de origen vegetal y baja en grasas puede disminuir el riesgo de padecer cáncer y mejorar las tasas de supervivencia de las personas con cáncer de seno, de colon y de próstata, incluso con melanomas. Por lo tanto, en lo que respecta a la prevención del cáncer y la eficacia del tratamiento oncológico, Klein recomienda consultar a un dietista especializado en cáncer para obtener el mejor enfoque para la nutrición.
Mary Jo Blackwood, RN, MPH, es escritora colaboradora de UMiami Health News. Combatió el cáncer de seno dos veces y escribe artículos médicos de forma independiente.
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