Qué saber sobre la próstata agrandada
Si es hombre y en edad adulta, la probabilidad de que le diagnostiquen agrandamiento de la próstata es alta.
“Es una condición relacionada con la edad”, explica Ramgopal Konanur Satyanarayana, M.D., urólogo de University of Miami Health System. “Prevalece entre los hombres de 50 años o más, y más aún entre los mayores de 70 u 80”.
Los números cuentan la historia. Alrededor de un tercio de los hombres de 50 años se ven afectados por esta condición, pero cuando llegan a los 80, la mayoría de los hombres la padecen. Esto no significa que todos tendrán problemas para orinar. Solo del 30 % al 40 % desarrollan síntomas que pueden afectar su calidad de vida.
La próstata agrandada es el nombre común para la hiperplasia prostática benigna (benign prostatic hyperplasia, BHP).
Por lo general, es más una incomodidad que un peligro, pero si no se trata, puede causar problemas de salud graves. No abordar los síntomas, por ejemplo, puede causar daño a la vejiga o al riñón, cálculos renales, infecciones del tracto urinario e incapacidad total para orinar.
“Esto no es algo que deba ignorarse”, dice el Dr. Satyanarayana. “Al igual que otras condiciones médicas, el diagnóstico y tratamiento tempranos son los más efectivos”.
La mayoría de los hombres saben poco acerca de esta glándula con forma de nuez hasta que les causa problemas. La próstata descansa debajo de la vejiga, pero en el área superior de la uretra y, entre sus muchas funciones, produce el líquido seminal esencial para transportar los espermatozoides.
Desafortunadamente, no se puede hacer mucho para evitar el agrandamiento de la próstata. Como la disminución de la vista y un andar más lento, es parte del envejecimiento. Sin embargo, los urólogos saben que ciertos hábitos de estilo de vida parecen aumentar el riesgo de desarrollar BPH a una edad más temprana. Los antecedentes familiares, comer demasiada carne roja y alimentos grasos y los hábitos sedentarios parecen aumentar las posibilidades de que un hombre desarrolle esta afección a una edad temprana.
En los hombres más jóvenes, el tamaño de la próstata es de unos 25 a 30 gramos.
Sin embargo, a medida que envejecen, esa pequeña glándula crece, hasta alcanzar un peso potencial de hasta 100 gramos o más. Este crecimiento conduce al estrechamiento de la uretra, lo que obliga a la vejiga a trabajar más para eliminar los desechos líquidos.
Los síntomas típicos de la BHP incluyen problemas para orinar, como vacilación urinaria, flujo deficiente, frecuencia urinaria (tanto de día como de noche), fugas y sensación de ardor. A veces, podría ser el motivo de sangre en la orina.
El Dr. Satyanarayana aconseja a los hombres que atiendan estos síntomas de inmediato. Un médico puede determinar si el problema se debe a un agrandamiento de la próstata o a otra afección, como la diabetes, que provoca un aumento de la micción.
¿La buena noticia en un diagnóstico?
La BPH no conduce al cáncer de próstata, como temen algunos pacientes.
“Llegan al consultorio con mucho miedo y pensando lo peor”, relata el Dr. Satyanarayana sobre sus nuevos pacientes. “Piensan que es cáncer, pero es benigno y tratable. Hay un cierto alivio cuando escuchan eso”.
Los tratamientos también están fácilmente disponibles, si es necesario, porque es posible que no todos los necesiten. Después de examinar a un paciente y realizar un historial médico completo, el Dr. Satyanarayana pregunta: “¿Qué tan molestos son los síntomas? ¿Están afectando su calidad de vida?”
Si las respuestas a esas preguntas son “mucho y sí”, receta medicamentos que ayudan a relajar la zona de la próstata. También señala que pueden tener efectos secundarios, por ejemplo, la eyaculación retrógrada. Sin embargo, los medicamentos “son muy efectivos con consecuencias mínimas”.
Pero para el 20 % o 30 % de los casos en los que la medicación oral no funciona o deja de funcionar, existen opciones quirúrgicas.
En algunos casos, también se puede considerar la cirugía si el paciente prefiere una solución más permanente. Otras personas con un mayor riesgo de infecciones urinarias u otros síntomas urinarios molestos que no mejoran con medicamentos también pueden optar por la cirugía.
También se puede recomendar la cirugía si se desarrollan complicaciones debido a obstrucciones prolongadas, como cálculos, sangre en la orina y cambios en la función renal. (Los riñones pueden verse afectados cuando la próstata agrandada obstruye el drenaje, y puede resultar en un caso de retención urinaria crónica).
Una de las opciones quirúrgicas más conocidas es la resección transuretral de la próstata de eficacia comprobada, conocida como TURP, que se considera un “estándar de oro”. Consiste en raspar parte de la próstata para permitir el flujo de orina. Este procedimiento se realiza bajo anestesia general.
Una alternativa a la eliminación de la obstrucción causada por el agrandamiento de la próstata es la energía láser (prostatectomía con láser de luz verde y HoLEP). Son comparables en eficacia a la TURP en el tratamiento de pacientes, particularmente aquellos con enfermedades asociadas que necesitan anticoagulantes.
Los mejores métodos alternativos son los procedimientos robóticos para abordar próstatas grandes que causan obstrucción y posibles complicaciones asociadas, como cálculos y diverticulitis en la vejiga.
Más recientemente, han surgido procedimientos mínimamente invasivos y han estado en práctica por menos de una década.
Uno es la elevación de la uretra, que generalmente se realiza en el consultorio del médico con anestesia local. Esto implica ensanchar la uretra para permitir un flujo de orina más saludable.
Otro, incluye inyectar vapor de agua en la próstata. Este procedimiento se llama REZUM. Con el tiempo, esto encoge la glándula.
“Hay muchas opciones disponibles y efectivas”, concluye el Dr. Satyanarayana. “Un paciente no tiene que pasar por este sufrimiento en soledad o sin alivio”.
Ana Veciana-Suarez es colaboradora habitual de University of Miami Health System. Es una autora y periodista reconocida que trabajó en The Miami Herald, The Miami News y The Palm Beach Post. Visite su sitio web en anavecianasuarez.com o sígala en Twitter: @AnaVeciana.
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