Seguridad y diversión bajo el sol del verano
Nadar, andar en bicicleta y jugar en el parque son actividades veraniegas muy divertidas que los niños de todo el mundo esperan cada año. Pero ¿qué tienen en común todos estos pasatiempos populares de verano? Todos ellos exponen a los niños a la exposición diaria al sol, por lo que es excepcionalmente importante que los padres sepan cómo proteger la piel de sus hijos y evitar las quemaduras. En los meses de verano, de junio a agosto, el sol está más fuerte, así que el factor del protector solar debería ir de la mano con este.
La Academia Estadounidense de Pediatría informa que una cuarta parte de nuestra exposición al sol se produce durante la infancia y la adolescencia. Una o varias quemaduras solares durante la infancia pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel más adelante.
Entonces, ¿qué puede hacer para proteger a su hijo del sol?
Los rayos UV del sol son más fuertes entre las 10:00 a. m. y las 4:00 p. m., así que limite la exposición al sol durante estas horas. Use ropa protectora, como camisas de manga larga, ropa con etiqueta de factor de protección ultravioleta (Ultraviolet Protectant Factor, UPF), sombreros con un ala de, como mínimo, 3 pulgadas y anteojos de sol de tamaño juvenil con protección UV. Pase el tiempo en zonas de sombra para limitar la exposición directa al sol.
- En el caso de los bebés menores de 6 meses, se recomienda usar ropa protectora y mantener al bebé a la sombra. Si no se dispone de sombra, aplique el protector solar solo en pequeñas partes del cuerpo del bebé (como la cara u otras zonas descubiertas).
- Los niños de más de 6 meses deben usar protección solar en todas las zonas del cuerpo.
Así pues, a la hora de buscar un protector solar, ¿qué hay que tener en cuenta?
Mire la etiqueta
Los protectores solares etiquetados como de “amplio espectro” son los más protectores, ya que protegen contra los rayos UVA y UVB. Busque un valor de factor de protección solar (FPS) entre 15 y 50. Además, en el uso de protectores solares para zonas sensibles, como la cara, es preferible el protector solar a base de óxido de zinc o dióxido de titanio.
Aprenda a aplicarlo
Lo mejor es aplicar el protector solar entre 15 y 30 minutos antes de salir al exterior, sobre todo antes de nadar, para dar tiempo a que la piel lo absorba. Cuando lo aplique, el protector solar debe cubrir todas las zonas de la piel expuestas, incluidos los pies, las orejas y la parte posterior de las rodillas, que son las zonas que menos se suelen tener en cuenta. Asegúrese de volver a aplicar protector solar cada 2 horas, sobre todo después de sudar o nadar.
Recuerde que los rayos solares son intensos incluso en días nublados y pueden reflejarse en el hormigón, la arena y el agua.
Dado que el juego acuático es una parte importante de la diversión veraniega, los padres deben implementar prácticas de natación seguras con sus hijos. Los niños pueden ahogarse en tan solo una o dos pulgadas de agua en un abrir y cerrar de ojos.
Le presentamos algunos consejos para proteger mejor a su hijo durante el verano mientras nada.
Capas de protección
Las capas de protección se refieren a las barreras físicas entre los niños y toda masa de agua, incluidas las piscinas, las piscinas inflables para niños pequeños, los bebederos para pájaros, los estanques, etc. La “capa” más eficaz es una valla de, como mínimo, 4 pies de altura con cierre automático; sin embargo, otras incluyen alarmas para piscinas y alarmas para puertas y portones. Cuantas más capas, mejor.
Supervisión
Según HealthyChildren.org, la mayor amenaza de ahogamiento a la que se enfrentan las familias con niños pequeños es el acceso al agua sin supervisión. Los niños deben tener toda la atención de un adulto cuando estén en el agua o cerca de ella. Se recomienda que la persona que toma la responsabilidad de vigilar a los niños evite distracciones, como el uso del teléfono móvil o el consumo de alcohol. Lo ideal es que esta persona sea alguien que sepa nadar y conozca la RCP.
Clases de natación
Las técnicas de supervivencia en el agua y las clases de natación pueden reducir el riesgo de ahogamiento de los niños de 1 a 4 años. Estas lecciones se recomiendan para todos los niños de cuatro años o más y para sus padres. Si el niño está emocional, física y evolutivamente preparado, puede ser beneficio que comience clases de natación, sobre todo para los que tienen una mayor proximidad al agua (por ejemplo, si viven en una casa con piscina o estanque en el patio trasero).
Por último, evite la tragedia de perder a un niño por un golpe de calor en un vehículo expuesto al calor.
Los niños pueden morir en poco tiempo cuando se los deja en un vehículo, sobre todo aquí en Florida, donde tenemos temperaturas cálidas todo el año. Dejar a un niño atrás puede ocurrirle a cualquiera, sobre todo cuando se distrae o si hay un cambio de rutina.
Algunos consejos para evitar el golpe de calor en el vehículo incluyen los siguientes:
- Siempre revise el asiento trasero cuando salga del automóvil. Si guarda el bolso, el teléfono o la bolsa en el asiento trasero, podrá recordar que debe comprobarlo.
- Manténgase más alerta cuando cambie su rutina o si otra persona lleva a su hijo en el vehículo.
- Cuando no lo utilice, mantenga siempre el vehículo cerrado con llave para que los niños no puedan subirse sin que alguien se dé cuenta. Enséñeles a los niños a no jugar nunca en los vehículos ni en los maleteros.
En resumen, tanto si se viaja como si se juega fuera en la piscina o en la playa, la seguridad en el agua y el sol son siempre recordatorios veraniegos importantes que pueden mantener a sus hijos a salvo durante la diversión veraniega.
Para obtener más información sobre cómo prevenir las quemaduras solares o los ahogamientos durante los meses de verano, ingrese en injuryfreemiami.org, la Coalición Libre de Lesiones para Niños, un programa apoyado por The Children’s Trust, o llame al 305-243-9080.
Redactado por Sofia Perez, candidata a M.D. de la University of Miami Miller School of Medicine, con Julia Belkowitz, M.D., M.P.H., Lyse Deus, MEd, y Oneith Cadiz, M.D.
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