Los probióticos contribuyen con la salud digestiva de las mujeres

Experimentar inflamación persistente, retorcijones abdominales, diarrea, náuseas o estreñimiento después de comer ciertos alimentos puede tener un impacto en su vida diaria, generando sentimientos de vergüenza y aislamiento. Si busca aliviar estos síntomas gastrointestinales, es natural preguntarse si los probióticos pueden ser una solución efectiva.

Estos microorganismos bacterianos vivos pueden contribuir a la digestión y ayudar a mantener una proporción  saludable de flora intestinal, que es una parte importante vital del microbioma que comprende bacterias beneficiosas y perjudicales en el cuerpo.

“Estamos formados por más bacterias que células humanas”, afirma Morgan Allyn Sendzischew Shane, M.D., MSCTI, gastroenteróloga de la Alianza Integral para la Salud de la Mujer de University of Miami Health System. Para sentirnos lo mejor posible, “necesitamos un equilibrio entre las bacterias buenas y malas de nuestro intestino. A pesar de nuestros mejores esfuerzos, a veces ese equilibrio bacteriano puede estar desequilibrado”.

Para obtener su dosis diaria de probióticos, no acuda a la farmacia.

Los probióticos están disponibles en forma de pastillas, cápsulas, gomitas, polvos y tragos bebibles. Algunos se refrigeran para mantener su estabilidad y otros suplementos probióticos son estables en almacenamiento.

“Pero no recomendamos suplementos probióticos”, dice la Dra. Shane.

“En realidad, no hay buenos datos que los respalden, pero sí buenos datos en su contra. Especialmente en pacientes con estreñimiento, se ha demostrado que los probióticos provocan confusión mental e hinchazón”. Además, los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. advierten que algunos productos probióticos pueden contener microorganismos distintos de los que figuran en la etiqueta, incluidos contaminantes que pueden representar riesgos graves para la salud.

¿No son buenos los probióticos?

Se necesita más investigación para comprender cuán eficaces son los probióticos para la prevención y curación de enfermedades gastrointestinales. Pero, hay estudios que demuestran que los probióticos pueden ayudar para lo siguiente:

• Prevenir la diarrea asociada a antibióticos (causada por una infección bacteriana grave Clostridium difficile).
• Mantener la remisión de la colitis ulcerosa (en combinación con tratamientos convencionales).
• Aliviar el estreñimiento.
• Reducir algunos síntomas del síndrome del intestino irritable (IBS), incluido el dolor abdominal.

Existen muchas cepas de bacterias probióticas y algunas son más eficaces que otras para aliviar ciertos síntomas gastrointestinales. Estas diferencias también se están estudiando.

Las bacterias buenas prosperan en el refrigerador.

“En lugar de suplementos, recomendamos alimentos que sean naturalmente ricos en probióticos”, afirma la Dra. Shane.“Esto incluye básicamente cualquier cosa que se fermente de forma natural. Su cuerpo sabe qué hacer con esto. Permite que estas bacterias se instalen y se pongan a trabajar”.

Entre las fuentes alimentarias de probióticos se incluye lo siguiente:

• Yogur griego sin endulzante,
• Kéfir (un batido parecido al yogur),
• Chucrut (repollo),
• Tempeh (producto de soja de Indonesia, similar al tofu),
• Kimchi (una mezcla coreana, a menudo picante, de repollo y otras verduras),
• Encurtidos (no los que se hacen con vinagre),
• Aceitunas en salmuera (sin benzoato de sodio),
• Kombucha (bebida ligeramente carbonatada, puede contener fruta),
• Suero de leche tradicional (no el tipo cultivado),
• Natto (producto japonés de soja),
• Quesos que contienen cultivos vivos o activos (cheddar, mozzarella, gouda, requesón),
• Vinagre de sidra de manzana.

Si normalmente no consume muchos de estos alimentos, aumente gradualmente la cantidad y variedad de ellos en su alimentación. Los cambios alimentarios repentinos y drásticos, incluso los saludables, pueden aumentar temporalmente los gases, la hinchazón y los cambios no deseados en los hábitos intestinales.

Su tracto gastrointestinal cambia naturalmente a medida que envejece, y la introducción de probióticos puede ayudarle o no a controlar nuevos síntomas.

“Cada año es necesario restablecer lo que es normal para uno. El hecho de que algo que comió o tomó funcionó (o no funcionó) para usted hace 20 años, no significa que le proporcionará continuamente los mismos resultados”, dice la Dra. Shane.

Si experimenta cambios gastrointestinales no deseados, infórmeselo a su gastroenterólogo. “Le ayudaremos a determinar si una alimentación, un medicamento, una terapia u otra intervención en particular le ayudarán a llegar al fondo (aquí tenemos un juego de palabras) de lo que sea que le esté sucediendo”, establece.

El departamento de gastroenterología de UHealth Alianza Integral para la Salud de la Mujer brinda atención especializada para la salud digestiva de la mujer en todas las edades. Llame al 855-3-4-WOMEN (96636) o solicite una cita en línea.

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