Conocer Su Riesgo De Cáncer Puede Ser una Oportunidad Para Empoderarse De Su Salud

Tracey Hecht recuerda vívidamente la noticia que recibió el 12 de mayo de 2020. Mientras caminaba con sus dos hijos, se detuvo cerca de una cascada en el parque para responder una llamada telefónica. A pesar de la serenidad que ofrecían las aguas cercanas, no pudo calmar sus temores: acababa de recibir el diagnóstico de cáncer de mama.
Esa experiencia tan impactante tuvo lugar hace tres años para Hecht, quien completó su tratamiento en 2022 y lleva más de dos años libre de cáncer.
“Me siento bastante bien y saludable, aunque todavía tengo algunas secuelas y me preocupa la posibilidad de que vuelva a aparecer”, dice Hecht. “Estoy orgullosa de haber cumplido tres años y tengo una perspectiva positiva mientras priorizo lo que es importante en mi vida”.
Cada año, más de 200.000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama y enfrentan una experiencia similar a la de Hecht. Sin embargo, no todas tienen acceso a información sobre si poseen una predisposición genética que las coloca en un alto riesgo.
Antes de su diagnóstico en 2010, Hecht descubrió que tenía el gen BRCA 1 .
Este gen produce proteínas que ayudan a reparar el ADN dañado, sin embargo, si presenta mutaciones específicas, es más probable que se produzca cáncer, como el de mama y el de ovario.
“Saber que uno es portador de una mutación genética patógena no debería ser percibido como una mala noticia, sino como una noticia que nos empodera”, afirma la Dra. Carmen Calfa, oncóloga médica de mama en Sylvester Comprehensive Cancer Center y oncóloga de Hecht. “Esto permite que uno reciba las medidas preventivas y de detección del cáncer adecuadas en el momento adecuado”.
Hay pruebas disponibles para ver si alguien ha heredado las mutaciones genéticas BRCA1 o BRCA2.
Aunque actualmente no se recomiendan para el público en general, se pueden administrar según sea necesario a aquellas personas con mayor probabilidad de ser portadoras de estas variantes, como personas con antecedentes familiares de cáncer o de ciertos grupos étnicos. Además de las mutaciones BRCA 1 y 2, las pruebas genéticas también pueden identificar otras variantes patógenas, según el Dr. Calfa.
¿Debe usted planificar una familia si existe riesgo de padecer cáncer?
A pesar de que los seguimientos preventivos se extendieron por más de una década, Hecht deseaba tener hijos y se preocupaba por el impacto que las resonancias magnéticas podrían tener durante su embarazo. Si Hecht se arrepentía de algo de su experiencia de salud, era de la pausa que hizo en sus pruebas.
“En lugar de seguir con las ecografías, dejé de hacerlas durante dos años por miedo a que interfirieran en mis embarazos y la lactancia”, recuerda Hecht. “En retrospectiva, me hubiera gustado seguir haciéndome ecografías de los senos como me hacía con la pelvis, pero el cerebro joven cree que es invencible”.
“Es importante que las portadoras del gen BRCA 1 que estén planeando formar una familia comprendan el riesgo que corren y busquen asesoramiento especializado”, afirma el Dr. Calfa. “La fertilidad asistida por reproducción puede ayudar a seleccionar embriones no afectados, lo que evita la transmisión del gen patógeno. Según la etapa del embarazo, se pueden realizar imágenes mamarias periódicas de forma segura y cualquier cambio debe abordarse de inmediato”.
Cuando Hecht estaba amamantando, tenía la sensación de que algo andaba mal.
Cuando le extraía leche a su primer hijo, Hecht descubrió que tenía muchos conductos mamarios obstruidos y bultos como consecuencia de ello. Aunque no le dio demasiada importancia, cuando nació su segundo hijo, Hecht recuerda que se sentía muy cansada y que tenía sudores nocturnos y fiebre.
“Resulta que los sudores se debían a mis ganglios linfáticos regionales, lo que también explicaba mis problemas estomacales”, dice Hecht. “Me hicieron una biopsia un viernes y, unos días después, me diagnosticaron cáncer de mama”.
Confirmado el diagnóstico, llegó el momento de que la familia Hecht actuara.
El proceso fue rápido para Hecht, quien entendió por lo que estaba pasando su padre, quien le había diagnosticado linfoma años antes.
“La espera de los resultados fue la peor parte,” dice Hecht. “En cuanto mi familia supo los resultados, era el momento de actuar. Mi hermano llevó a mi mamá para que estuviera conmigo, y mi esposo dejó a un lado sus emociones y se involucró aún más. Incluso mis amigos y vecinos colaboraron con cenas en la entrada de la casa y paseos.”
Aunque hay todo tipo de estadísticas, la Dra. Calfa le aseguró a Hecht: “Deja de lado las estadísticas y todos los escenarios, ya que tu cáncer es único y se comportará de manera única.”
Después de enfrentar todos los altibajos, que incluyeron 16 rondas de quimioterapia, varias terapias y el apoyo invaluable de sus mentores oncológicos (uno de los cuales fue presentado por el Dr. Calfa), Hecht afirma que, además de estar libre de cáncer, su vida ha mejorado considerablemente. Ha desarrollado una mayor empatía, ha aprendido a no estresarse por los pequeños detalles y se ha acercado más a sus seres queridos.
El consejo de Hecht para otras mujeres que reciben un diagnóstico de cáncer de mama es el siguiente:
- No tenga miedo de aceptar ayuda. Aunque muchas personas con cáncer sienten que aceptar ayuda puede ser una debilidad, no se trata de admitir derrota. Acepte toda la asistencia que pueda recibir y no tema pedir lo que necesite.
- Concéntrese en usted mismo y en su salud.
- Sigue adelante. Esta mentalidad le permitió a Hecht seguir sintiéndose como ella misma. El cáncer es muy duro y el ejercicio le permitió a Hecht mantener el control y conservar una parte de su antigua vida.
- Manténgase al día con las pruebas preventivas de rutina.
Sylvester cuenta con un programa dedicado a los portadores de mutaciones genéticas positivas llamado Clínica del Síndrome de Predisposición Genética (GPS), que cuenta con el apoyo de la Iniciativa de Predisposición Hereditaria Eileen Youtie. La clínica, diseñada para ser un hogar para las familias diagnosticadas con una predisposición hereditaria al cáncer, está comprometida con la realización de investigaciones para descubrir nuevos tratamientos contra el cáncer y formas de prevenirlo, especialmente en aquellas personas que tienen el mayor riesgo.
Joey García es colaborador del Sylvester Comprehensive Cancer Center.
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