El Poder Sanador de las Mascotas Durante el Cáncer

Una de las maneras más importantes en que los animales pueden ayudar a los humanos durante el proceso del cáncer

Es recordarnos que debemos enfocarnos en el presente. Mi perra, Olive, parece preocuparse bastante — por la cena, los paseos, las personas nuevas — pero no parece preocuparse por el futuro. Y, por supuesto, no está reflexionando sobre temas profundos como la mortalidad o la recuperación médica. Eso me ha mantenido en el presente con Olive, disfrutando la vida cuando es buena.

Patricia San Pedro, sobreviviente de cáncer de mama y de piel, y activista, tuvo una experiencia similar con sus mascotas. Paciente de Sylvester, se sometió a una doble mastectomía, seguida de quimioterapia.

“Durante mi baile con el cáncer, mi perro y mis gatos calmaron mi corazón y me ayudaron a enfocarme en el momento presente”, dijo. “Eso es enorme, porque creo que muchos de nosotros, cuando recibimos el diagnóstico, escribimos un guion hacia el futuro que ni siquiera ha comenzado.”

Durante su tratamiento activo, San Pedro tenía tres mascotas rescatadas: un pequeño perro blanco y esponjoso llamado Merlot, un gato atigrado llamado Tango y una gata calicó llamada Chloe. Durante y justo después de su cirugía, un vecino cuidó a los gatos, pero Merlot permaneció a su lado.

“El cariño, el amor incondicional y la sensación de paz que trajo a mi vida realmente fueron parte de mi sanación”, dice San Pedro, autora de The Cancer Dancer: Healing: One Step at a Time, fundadora de la comunidad de salud y bienestar Positively Pat, y líder de la comunidad de apoyo contra el cáncer Link of Hope Sistahs. “Estoy convencida de que estos animales saben que estás pasando por un momento difícil — al menos los míos lo sabían — y te inyectan amor a toda velocidad.”

Sus mascotas también llenaron la vida de San Pedro de compañía, cuya importancia a menudo se subestima en los procesos de salud.

“Tenía un grupo de amigas que estaban conmigo constantemente, y algunos familiares, pero vivía sola”, dice San Pedro. “Fueron mis mascotas las que estuvieron conmigo 24/7.”

Merlot, Tango y Chloe también obligaron a San Pedro a moverse, un componente crucial para la sanación y la sobrevivencia al cáncer en general.

“Ella me obligó a al menos dar paseos durante el día, y eso fue bueno para mí”, dice San Pedro. Mientras pasaba por la quimioterapia, esos paseos eran lentos, y comenzó a ver y disfrutar su vecindario de maneras que nunca antes había hecho. “Iba diciendo: ‘gracias por los árboles, gracias por el aire, gracias por mis piernas’”, dice San Pedro. “Estaba caminando con gratitud junto a ella.

Energía canina durante el proceso del cáncer

El Feng Shui, una práctica ancestral enfocada en el bienestar mediante la creación de espacios positivos, considera a las mascotas como fuentes de energía positiva y bienestar emocional en el hogar. Lo entiendo, ya que siempre he sentido que los perros traen una energía especial a mi casa. Olive es el tercer perro que mi esposo y yo hemos tenido. Cuando nuestro primer perro, una mezcla de chihuahua llamado Scrunch, cruzó el Puente del Arcoíris (una de las pocas expresiones para la muerte que estoy dispuesta a usar), no estábamos seguros de querer otro. Sin embargo, eventualmente extrañamos esa energía canina: esa sensación indescriptible de compartir nuestro espacio con otro ser que tenía su propia agenda y necesidades, pero que estaba extremadamente conectado con nosotros.

El segundo perro que adoptamos, Ernie, trajo una energía canina diferente a nuestro hogar. Varios años después, adoptamos a Olive como su “hermanita”. Los últimos meses de vida de Ernie coincidieron con los últimos meses de mi madre, mientras ella moría de cáncer de ovario. Mi esposo, los dos perros y yo tuvimos la fortuna de pasar mucho tiempo con mis padres durante los dos años y medio que mi madre estuvo en tratamiento. Y pudimos pasar sus últimos meses viviendo con ellos. Ernie fue el compañero constante de mi madre durante este tiempo, acomodándose suavemente sobre sus piernas (le resultaba doloroso tenerlo en su regazo) cada vez que se sentaba en el sofá con los pies levantados. Hacía sonreír a todos en la casa.

Ernie murió pocos días antes de que mi madre falleciera. Una querida amiga sugirió que tal vez necesitaba estar allí para recibirla cuando cruzara. Aunque no sé exactamente qué creo sobre la vida después de la muerte, me gusta la idea de que Ernie se haya reunido con mi madre.

Terapia asistida con perros para pacientes con cáncer en Sylvester

Si tienes una mascota, probablemente no te sorprenda leer que cada vez hay más evidencia de que interactuar con un perro reduce los niveles de la hormona del estrés (cortisol), disminuye la presión arterial y aumenta la hormona del bienestar (oxitocina). No importa si la mascota es tuya, de un desconocido o parte de un programa de terapia asistida con animales: el poder sanador de las mascotas se aplica universalmente.

Por eso me emocionó ver que Sylvester ha reiniciado su programa de terapia asistida con perros, después de pausarlo durante el punto más alto de la pandemia de COVID-19. Tres perros entrenados y acreditados (junto con sus manejadores) visitan pacientes en el campus principal de Sylvester y en sus sedes satélite. Brindan compañía, apoyo, alegría, distracción y afecto durante el tratamiento.

“Hay evidencia que respalda que los perros de terapia pueden disminuir la ansiedad, mejorar la salud mental y aumentar la relajación”, dijo Jessica MacIntyre, D.N.P., M.B.A., APRN, vicepresidenta asistente de proveedores de práctica avanzada en Sylvester. “La terapia asistida con mascotas es una parte integral del proceso de sanación, y por eso la incluimos como parte de nuestros servicios de apoyo al cáncer.”

He estado recordándole a Olive que ella es terapéutica para mí. Mi esposo y yo nos reímos de esta idea

porque, sinceramente, Olive necesita un animal de apoyo emocional propio. Si entendiera que está brindándome apoyo y sanación, probablemente se asustaría por la responsabilidad que eso implica. Lo entiendo. Mientras escribo esto, está recostada en un sofá en miniatura, durmiendo después de un día muy “ruff” de ladrar a enemigos, pedir comida y tomar siestas.

El proceso del cáncer puede sentirse solitario, ya sea que vivas con una mascota, un compañero humano o sin compañía en casa. Los servicios de sobrevivencia y cuidado de apoyo al cáncer de Sylvester pueden ayudarte a hacer tu camino más fácil. Y si ves a uno de los perros de terapia de Sylvester, detente para darle una caricia, un abrazo o incluso solo una sonrisa.

Escrito por Rochelle Broder-Singer, periodista con más de dos décadas de experiencia en periodismo y comunicaciones, para Sylvester Comprehensive Cancer Center.

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