Consejos de un pediatra para los padres

Si eres como la mayoría de los padres, es probable que te resulte incómodo o intimidante hablar sobre la pubertad o las relaciones sexuales. Sin embargo, esa incomodidad no debe ser una razón para posponer una conversación tan importante.

Los expertos enfatizan que iniciar estas conversaciones antes de lo esperado y mantener abiertas las líneas de comunicación es la mejor manera de mantener a su hijo informado, empoderado y seguro.

Sarah Sukkar, pediatra principal de School Health Initiative (SHI), dedica gran parte de su tiempo a conversar con adolescentes sobre la pubertad, el sexo y cómo tomar decisiones saludables e informadas. Por ello, comparte contigo consejos prácticos para que puedas abordar con confianza esta conversación tan importante con tu hijo.

Empiece a hablar sobre tener relaciones sexuales lo antes posible.

Si bien es cierto que cada niño es diferente, el Dra. Sukkar recomienda comenzar a hablar con su hijo sobre la pubertad y los cambios corporales antes de que realmente comiencen a ocurrir. Típicamente esto cambios ocurren entre los 9 y los 11 años. “No hay una solución única para todos los niños, pero la recomendación general que daría a los padres es que probablemente tengan que comenzar a hablar sobre la pubertad antes de lo que pensaban”, dice la Dra. Sukkar.

Es probable que el pediatra de su hijo comience a abordar estos temas en las visitas anuales con los preadolescentes, a veces pidiendo a los padres que salgan de la habitación.

Si nota cambios en su cuerpo, esa es la señal para comenzar a hablar sobre lo que está sucediendo y por qué. Normalizar la conversación desde el principio garantiza que los niños se sientan cómodos para acercarse a usted más adelante con preguntas más complejas.

Reconocer la incomodidad

Está bien sentirse incómodo al hablar con sus hijos sobre la pubertad y el sexo. Es probable que su hijo se sienta de la misma manera. Considere iniciar la conversación reconociendo la incomodidad, pero explíquele por qué es importante mantener abiertas las líneas de comunicación.

La Dra. Sukkar recomienda comenzar con un lenguaje como el siguiente: “Oye, sé que puede resultar incómodo hablar de esto, pero quiero asegurarme de que obtengas la mejor información de mí, en lugar de de tus amigos o de Internet”.

Enmarcar la conversación de esta manera ayuda a generar confianza y a mantener la puerta abierta para futuras conversaciones, incluso si ellos reaccionan con desinterés o vergüenza.

Mantenga las conversaciones apropiadas para la edad

Comienza con temas sencillos y ve agregando detalles a medida que tu hijo crezca.

Para los niños pequeños (de 4 a 5 años), es útil enseñarles los nombres correctos de las partes del cuerpo y explicarles los conceptos básicos de privacidad. Por ejemplo, puedes decirles que las partes del cuerpo cubiertas por la ropa son privadas y que, aunque un médico pueda examinarlas, siempre debe ser en presencia de un padre o tutor.

A medida que los niños crecen, especialmente durante la adolescencia, el enfoque debe centrarse en los cambios corporales, las hormonas y los aspectos emocionales y físicos de la intimidad.

Es importante recordar que algunos adolescentes pueden ser sexualmente activos a edades más tempranas, por lo que la escuela secundaria no es demasiado pronto para hablar sobre temas como la actividad sexual, la anticoncepción y la prevención de enfermedades de transmisión sexual ( STDs).

Recuerda que cada niño es único. No es necesario abordar todos los temas de una sola vez. Deje que la curiosidad y la madurez de su hijo guíen la conversación y determine el momento adecuado para hablar de cada tema.

Anticipate a las redes sociales y de sus amigos.

Hoy en día, los niños a menudo aprenden sobre el sexo y relaciones a través de plataformas como TikTok, YouTube o sus amigos, mucho antes de lo que creemos que están preparados. Sin embargo, esto no significa que la información que reciben sea precisa o apropiada, por lo que es crucial enseñarles cómo obtener información correcta y confiable.

“Atiendo a mi consultorio a muchos adolescentes que ya tienen relaciones sexuales y que nunca han hablado con sus padres. Dependen exclusivamente de lo que aprenden de sus compañeros”, explica la Dra. Sukkar.

No es raro que los niños necesiten tratamiento para enfermedades de transmisión sexual de las que saben muy poco. “No saben los nombres de las enfermedades de transmisión sexual, pero ahora tienen una y, por lo general, somos nosotros quienes les brindamos la mayor parte de la educación”, dice la Dr. Sukkar.

Incluso las conversaciones breves sobre sexo pueden ser de gran ayuda. La Dra. Sukkar recomienda lo siguiente:

• Cubre los conceptos básicos desde el principio, incluidos los cambios corporales, la atracción y la reproducción.
• Anime a su hijo a hacer preguntas sobre lo que ha oído o visto.
• Aclare los conceptos erróneos de una manera tranquila y sin prejuicios.
• Considere la opción de añadir filtros apropiados para la edad en los dispositivos de tu hijo, para que no tenga acceso a contenido inapropiado.

Un excelente recurso es el sitio web de American Academy of Pediatrics, HealthyChildren.org , que ofrece orientación sobre cómo hablar con los niños sobre la pubertad y el sexo.

El médico de su hijo también es una fuente confiable de información si su hijo no se siente cómodo hablando de sexo con usted. El objetivo es garantizar que vea a un adulto de confianza como una fuente confiable de información, no a sus amigos ni a las redes sociales.

Mantenga la conversación.

La «conversación» sobre pubertad, relaciones y salud sexual no debe ser un único evento, sino un diálogo continuo que evoluciona a medida que tu hijo crece. Si se abordan estos temas desde el principio, será mucho más fácil retomarlos de manera natural a lo largo del tiempo.

Cuando los padres evitan estas conversaciones, los niños suelen recurrir a sus amigos o a Internet, lo que puede llevar a desinformación o una exposición prematura a contenidos inapropiados. En algunos casos, los adolescentes que no reciben educación adecuada sobre salud sexual pueden enfrentar consecuencias como embarazos no planificados o enfermedades de transmisión sexual.

Cuanto antes empieces a hablar sobre estos temas, mejor preparado estará tu hijo para enfrentar con confianza la pubertad, las relaciones y los cambios en su cuerpo.

Al normalizar las conversaciones sobre la relaciones sexuales, contribuyes a que tus hijos se sientan seguros, informados y respaldados mientras atraviesan estas etapas de crecimiento.

Wendy Margolin es colaboradora del servicio de noticias de UHealth.

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