Le Dieron Seis Meses de Vida, Ahora Está Libre de Cáncer
La determinación, el tratamiento y una inquebrantable fuerza de voluntad marcaron la diferencia en la trayectoria de Juan Carlos Domínguez.
Los médicos de Juan Carlos Domínguez lo habían intentado todo. Cuando descubrieron un tumor canceroso en etapa 3 en su abdomen , le extirparon quirúrgicamente todo el estómago. Cuando el cáncer reapareció cerca de su colon, también le extrajeron una parte de éste.
Sin embargo, después de dos cirugías importantes y múltiples rondas de quimioterapia, el cáncer siguió reapareciendo, lo que obligó a los médicos a darle a Domínguez el pronóstico que todos los pacientes temen: le quedaban seis meses de vida.
“Me estaba quedando sin esperanza”, dice Domínguez, de 66 años, técnico en computación de origen cubano para las escuelas públicas del Condado de Miami-Dade. “Pero nunca creí que la meta estuviera ante mí. Estaba decidido a hacer todo lo posible para mantenerme alejado de ella.”
Ahora, cinco años después de recibir ese pronóstico fatal, Domínguez está libre de cáncer.
Ha regresado a su rutina habitual en el trabajo, a hacer sus tareas habituales en la casa e incluso pasó una semana caminando por Sevilla, España, el año pasado durante unas vacaciones con su esposa. Ese notable cambio fue posible gracias a un equipo de expertos del Sylvester Comprehensive Cancer Center, parte del University of Miami Health System, que probaron todas las herramientas disponibles hasta que encontraron la que funcionó.
Domínguez agradece a ese equipo por salvarle la vida y espera que los pacientes que comienzan su viaje contra el cáncer lo vean como un ejemplo de lo que es posible cuando los avances de la ciencia se encuentran con una voluntad inquebrantable de sobrevivir.
“No hay nada más valioso que la fuerza de voluntad para superar el mayor obstáculo que puedas enfrentar”, afirma. “Ten el coraje de luchar contra esa adversidad y ten confianza, o fe, o lo que sea, en que siempre hay una oportunidad”.
Los primeros síntomas se confundieron con acidez estomacal.
Domínguez dejó su Cuba natal en 1995, después de trabajar como profesor de ingeniería y telecomunicaciones. Tras llegar a Estados Unidos, realizó cursos de certificación de Microsoft y fue contratado por el distrito escolar para gestionar los sistemas informáticos de varias escuelas.
En 2016, Domínguez empezó a sentir un dolor constante en el estómago. Al principio, lo atribuyó a acidez. Cuando sus colegas lo felicitaban por su pérdida de peso, les agradecía, pero se preguntaba en silencio cómo era posible que hubiera adelgazado tanto.
La novia de Domínguez lo convenció para que se hiciera un chequeo, y le diagnosticaron un tumor canceroso. Un amigo que trabaja en University of Miami le sugirió que consultara a Peter Hosein, M.D., profesor de medicina clínica en la Miller School of Medicine y co-líder del grupo de enfermedades de cáncer gastrointestinal en Sylvester.
El diagnóstico, la cirugía y el pronóstico
El Dr. Hosein confirmó el diagnóstico, comenzó inmediatamente a Domínguez con quimioterapia y convocó al Alan Livingstone, M.D., cirujano de Sylvester, para realizar la operación. El Dr. Livingstone llevó a cabo una gastrectomía total para extirpar todo el estómago de Domínguez el 25 de septiembre de 2017.
La cirugía fue un éxito y Domínguez se sintió muy bien. Se casó con su novia, Ileana Rodríguez, y volvió a su trabajo. Pero en 2019, el dolor regresó. Domínguez volvió a ver al Dr. Hosein, quien confirmó que había surgido un nuevo tumor, esta vez en la cavidad abdominal donde solía estar su estómago. Lo peor de todo es que el tumor presionaba contra su colon.
El Dr. Livingstone fue llamado nuevamente para extirpar el nuevo tumor y una parte del colon que estaba en contacto directo con él. Sin embargo, debido a la ubicación del tumor, el Dr. Livingstone no pudo extirparlo por completo. El Dr. Hosein, abatido, explicó que otra cirugía no era una opción. El Dr. Hosein intentó inscribir a Domínguez en un ensayo de investigación, pero no cumplía con los requisitos.
“Se sentó frente a mí y me dijo: ‘No tengo mucho más que hacer. El pronóstico son seis meses’”, recuerda Domínguez.
Entonces, el Dr. Hosein tuvo una idea. Le indicó a Domínguez que comenzara otra ronda de quimioterapia, pero con un cambio en los medicamentos utilizados. Domínguez empezó los tratamientos, a veces yendo incluso a trabajar con un dispositivo que bombeaba sus medicamentos de quimioterapia a través de un puerto en su pecho.
“Yo iba a la escuela con esa cosa pegada a mí”, dice. “Todo el mundo sabía lo que estaba pasando”.
Al poco tiempo, empezó a sentirse mejor.
Recuperó su energía y su apetito, y los dolores de estómago desaparecieron. Después de meses de optimismo cauteloso, el Dr. Hosein pudo dar la noticia de que Domínguez estaba oficialmente libre de cáncer. Por eso, Domínguez considera al Dr. Hosein como un “milagro”. Su esposa también mencionó a Terri Pollack, D.N.P., APRN, de Sylvester, quien les ayudó a navegar entre las numerosas citas y tratamientos.
Ahora, cuando Domínguez visita Sylvester para sus citas de seguimiento, siempre recibe la última consulta en el horario del Dr. Hosein. “Porque quiere terminar el día con un caso feliz”, dice Domínguez entre risas.
Domínguez sabe que una recaída es posible. Pero después de haber visto lo que el equipo de Sylvester es capaz de lograr y cómo su familia y amigos lo apoyaron durante los días más oscuros, sabe exactamente lo que hará si el cáncer regresa: “Si vuelve, haré lo mismo que hice las dos primeras veces: voy a luchar.”
Alan Gomez es colaborador de Sylvester.
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