Obesidad y Tabaquismo: Riesgo de Nuevos Cánceres en Supervivientes
Si necesitáramos más evidencias de que el tabaquismo y la obesidad pueden causar daños graves al cuerpo aquí está el último hallazgo: las personas que han tenido cáncer causado por estos dos factores tienen un mayor riesgo de padecer un segundo tipo de cáncer.
Investigadores de la American Cancer Society en Atlanta analizaron datos de una docena de registros de vigilancia, epidemiología y resultados finales. Específicamente, examinaron los resultados de salud de 1.53 millones de personas que habían sobrevivido al menos cinco años después de haber sido diagnosticadas con un primer cáncer. Encontraron que alrededor del 10 % de ellas finalmente fueron diagnosticadas con un cáncer posterior. Los casos de cáncer posteriores relacionados con el tabaquismo y la obesidad (conocidos como segundos cánceres primarios) representaron una proporción significativa de ese grupo.
Los cánceres primarios posteriores relacionados con el tabaquismo (conocidos como SPC) constituyeron hasta el 45 % de todos estos diagnósticos y muertes, mientras que las muertes posteriores por cáncer relacionadas con la obesidad podrían ser responsables de aproximadamente una cuarta parte. Zoukaa Sargi, MD, cirujano especializado en tumores de cabeza y cuello,, no se sorprendió. “Lo vemos todo el tiempo”, dice. “Todos los tejidos del cuerpo están expuestos a los efectos del tabaquismo, no solo la boca, la lengua y los pulmones”.
Los riesgos de cáncer difieren según el género.
En comparación con la población general, los hombres tienen un 11 % más de riesgo de padecer un segundo cáncer tras sobrevivir a su primer episodio, y un 45 % más de riesgo de morir a causa de esta enfermedad. Las mujeres presentaron un 10 % más de riesgo de desarrollar un SPC y un 33 % más de riesgo de morir a causa de un SPC.
Esto se observó en 18 de los 30 tipos de cáncer primario diagnosticados en hombres y en 21 de los 31 diagnosticados en mujeres. Los tipos de cáncer primario que mostraron mayor riesgo también variaron según el sexo, no obstante, el cáncer de laringe resultó ser el de mayor riesgo para ambos géneros
El Dr. Sargi señala que los pacientes con cáncer de laringe suelen ser fumadores,ymuchos también son bebedores. Ambos hábitos pueden ser perjudiciales para la salud, y la combinación de ambos “crea un efecto sinérgico cuando se trata del riesgo de desarrollo de cáncer”.
“Realizamos seguimiento a esos pacientes por el resto de su vida”, explica. “Sabemos que los pacientes con cáncer de cabeza y cuello relacionado con el tabaquismo tienen un mayor riesgo de padecer otros tipos de cáncer”.
Los investigadores de la American Cancer Society también descubrieron que los sobrevivientes varones que habían padecido linfoma de Hodgkin tienen más probabilidades de tener un segundo cáncer, mientras que quienes tuvieron cáncer de la vesícula biliar tienen mayor riesgo de morir a causa de un SPC. En cuanto a las mujeres, el cáncer de esófago fue el segundo cáncer primario de mayor riesgo después del cáncer de laringe.
Otros tipos de cáncer relacionados con el tabaquismo que abarcaron una proporción significativa de SPC incluyen el de pulmón, de vejiga urinaria, de la cavidad bucal/faringe, colorrectal, de páncreas, de cuerpo uterino y de hígado. El cáncer de pulmón, por sí solo, representó casi un tercio de todas las muertes por cáncer primario posterior.
La posibilidad de contraer un segundo cáncer primario fue igualmente riesgosa para quienes habían padecido algún tipo de cáncer relacionado con la obesidad. Entre los más comunes se encuentran el colorrectal y el de páncreas.
Estos datos confirman lo que los médicos han observado durante mucho tiempo y serán particularmente útiles para los médicos de atención primaria, dice el Dr. Sargi. Generalmente, estos médicos realizan la atención de rutina de los pacientes que tuvieron cáncer después de que dejan de ser atendidos por un especialista al alcanzar la marca de supervivencia de cinco años.
El estudio también respalda la importancia de mitigar el SPC mediante un seguimiento médico continuo. Los exámenes de detección regulares (mamografía, Papanicolau, colonoscopias, análisis de sangre, exámenes físicos anuales y tomografías computarizadas para fumadores) pueden detectar tumores a tiempo, cuando es más probable que respondan al tratamiento, afirma el Dr. Sargi.
Además, debería reforzar la atención sobre la importancia de un estilo de vida saludable, que incluya hacer ejercicio, tener una alimentación saludable, dejar de fumar y controlar el peso.
“Vemos el primer diagnóstico de un cáncer como un momento de aprendizaje”, agrega el Dr. Sargi. “Aquí es cuando podemos explicar a los pacientes que, aunque no puedan hacer mucho sobre los factores de riesgo genéticos, si tienen el poder de evitar los factores ambientales y de estilo de vida conocidos. Un estilo de vida saludable reduce el riesgo y mejora la calidad de vida”.
Ana Veciana-Suarez, columnista invitada
Ana Veciana-Suarez es colaboradora habitual de University of Miami Health System. Es autora y periodista reconocida que trabajó en The Miami Herald, The Miami News y The Palm Beach Post. Visite su sitio web en anavecianasuarez.com o sígala en Twitter: @AnaVeciana.
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